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Coahuila

Se gana la vida recolectando

Con jornadas de 12 horas Ruth ha sacado a su familia adelante con esta labor que realiza desde hace 20 años

Por Diana Ortiz - 15 junio, 2022 - 00:18 a.m.
Se gana la vida recolectandoRuth, una mujer admirable que sale a diario a recolectar pet y aluminio para poder vivir.

El empeño, la fuerza y la vitalidad para salir adelante, hace que las personas con capacidades diferentes se esfuercen día con día para obtener dinero y subsistir. Este el caso de Ruth, una mujer que a sus más de 40 años y sorda, se gana la vida recolectando pet y aluminio de los contenedores.

Con jornadas laborales grandísimas de más de 12 horas y el intenso calor que se registra en Monclova, Ruth sale de su casa muy temprano para buscar ingresos y logra juntar hasta dos mil pesos por semana, pero con un gran esfuerzo.

Empuja una carriola que ha equipado para colocar una bolsa grande de plástico tipo costal y bolsas laterales, en la más grande coloca el pet que saca de los contendores y va aplastando para juntar más producto.

Mientras que en los laterales, coloca el aluminio o bote que busca aplastar también para seleccionar el producto de su venta día a día.

Ella fue vista en la calle Avenida Los Reyes de la Colonia Miravalle 1, uno de estos días de su jornada habitual.

Con su vestimenta sencilla pero totalmente limpia, y su cabello a penas recogido con una simple liga en un chongo forma de cebolla, Ruth sonríe y se da a entender que es sorda pero sí pronuncia palabras a medias para comunicarse.

Aceptó la entrevista, una mujer de complexión robusta con una sonrisa que ilumina el día de quien se acerca a ella, nos dice que se levanta muy temprano antes de que salga el sol y trabaja hasta las 7 de la tarde todos los días.

Ella señalaba que recorre muchas cuadras a la redonda desde donde la pudimos entrevistar, aunque no pudimos saber a ciencia cierta qué distancia es la que logra caminar a diario, pues va en busca de contendores para sacar el producto que vende día con día.

El pet se lo pagan en 10 pesos el kilo,  mientras que el bote, ella así lo menciona (lata de aluminio), se lo pagan en 30 pesos cada kilo.

Ruth es una mujer de poco más de 40 años, dice que tiene tres hijos pero dos (hace señas para decir que volaron), los más grandes, ya se fueron a hacer su vida; así que solo le queda uno a quien mantener.

Totalmente sudada por el intenso sol de la mañana, al momento de ser vista, Ruth cargaba su toallita al hombro para secarse y poder continuar con su oficio.

Muy cuidadosa para no mancharse mucho las manos, se asoma al contendor de la basura y va seleccionando poco a poco el pet que es lo que más llega a localizar en estos depósitos.

Cuando ya logró sacar las botellas de plástico y las latas de aluminio que están a su vista, es entonces cuando con mucho cuidado, va abriendo las bolsas llenas de basura para seguir recolectando.

Ella como puede dice ser feliz, y estar satisfecha porque con su trabajo del día a día logra sacar adelante a su familia y aunque no es mucho, sí les da para comer y vestirse.

El mejor momento del día es cuando va a vender el producto que logra recolectar en los contenedores.

Sin duda alguna, esta actividad es digna de una persona como ella, pues a pesar que le representa no solo el esfuerzo de caminar mucho, de esculcar en la basura, tiene que lidiar todos los días con un extremo calor que se vive en la ciudad, ella es feliz trabajando a diario.

Ruth tiene más de 20 años dedicándose a recolectar materiales reciclables que vende por unos pesos para salir adelante, y ha pasado no solo temperaturas mayores a 45 grados centígrados al sol, sino también lluvias y frío extremo.

Y aunque ese tema no lo puede hilar, sin duda ella se adapta a esta forma de vida, ante las pocas oportunidades laborales que tiene en el mundo exterior al suyo.

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