CUATRO CIENEGAS; COAH.-El robo de una pintura rupestre de más de 5,000 años en La Cueva Pinta, ubicada en la Sierra de los Alamitos, Cuatro Ciénegas, ha generado una ola de indignación entre comunidades, expertos y autoridades locales. Esta pérdida cultural no solo daña el patrimonio histórico de la región, sino que pone en riesgo la riqueza turística y arqueológica que define a este emblemático municipio.
La pintura robada, una figura de mano elaborada con técnicas milenarias, fue creada utilizando arcilla, sangre de drago y cochinilla, según explicó César Niño, representante de la comunidad apache en Cuatro Ciénegas. "Estamos muy indignados por el saqueo que se realizó en la Cueva La Pinta. Estas pinturas son testimonios de una cultura nómada que sobrevivió al final de la última era del hielo y que dejó un legado invaluable en nuestra tierra", expresó.
Periódico LA VOZ logró llegar al lugar, mismo que es de difícil acceso, la Cueva Pinta se pueden observar diversas representaciones: figuras humanas, animales, plantas e incluso símbolos astrales. Según historiadores, estas obras reflejan la vida de cazadores-recolectores que habitaron la región durante milenios.
Daniel de Jesús González, historiador local, destacó que "estas pinturas son un tesoro arqueológico. No es cualquier cosa; es un legado que no puede ser reemplazado."
El daño no es únicamente cultural. Arturo Contreras, biólogo de la región, señaló que este saqueo afecta gravemente al turismo, una de las principales actividades económicas de Cuatro Ciénegas. "Es indignante cómo se atrevieron a hacer tanto daño. Este es uno de los sitios más atractivos para los turistas y ahora estamos frente a una pérdida que impacta a toda la comunidad," lamentó.
Jesús Manuel Alarcón, guía turístico, recordó que este no es el primer caso de vandalismo. En el año 2023, el Cañón de la Lagartija fue cerrado tras sufrir daños similares, dejando a la región sin uno de sus lugares más visitados. "Denunciamos el daño al INAH, pero a la fecha no se ha sancionado a los responsables ni se ha hecho nada para prevenir más saqueos," comentó.
Actualmente, Cuatro Ciénegas cuenta con cerca de 350 sitios arqueológicos distribuidos en distintas partes del municipio. Entre ellos hay cuevas habitacionales, cámaras mortuorias y vestigios de civilizaciones antiguas. Sin embargo, la falta de cultura, educación y protección adecuada ha provocado el deterioro de muchos de estos tesoros.
Héctor Javier Díaz de León, propietario del predio donde se encuentra La Cueva Pinta, denunció que las pinturas han sufrido vandalismo a lo largo de los años. "Son piezas invaluables, pedimos que se haga una investigación seria y que se llegue a las últimas consecuencias para evitar que este saqueo continúe," exigió.
Por su parte, Daniel de Jesús González informó que las autoridades tienen un 90% de avance en la identificación del presunto responsable del robo. "Ya hay evidencias concretas que nos pueden llevar al culpable. Este daño es irreversible, y quienes lo cometen deben enfrentar las consecuencias," señaló.
El acceso a La Cueva Pinta es complicado, pero no imposible. Sin medidas de vigilancia ni protocolos claros, estos lugares se han convertido en objetivos vulnerables. Aunque el INAH y las autoridades locales han prometido proteger el patrimonio, la realidad en el terreno cuenta otra historia.
Los saqueos en Cuatro Ciénegas no son nuevos. Durante años, arqueólogos y defensores del patrimonio han denunciado la desaparición de pinturas, petroglifos y otros vestigios. Sin embargo, la falta de coordinación entre los gobiernos federal, estatal, municipal y los propietarios de los terrenos ha permitido que el problema persista.
La comunidad de Cuatro Ciénegas y los expertos han manifestado su disposición para colaborar en la protección del patrimonio arqueológico. "Sabemos que es imposible que el INAH tenga representantes en cada sitio, pero hay lugares como este que necesitan vigilancia prioritaria," expresó Contreras.
Este saqueo, junto con la falta de sanciones en casos previos, refleja una urgencia: proteger y valorar el patrimonio arqueológico de la región. Mientras los responsables enfrentan el peso de la ley, el vacío dejado por esta pintura en La Cueva Pinta recuerda la fragilidad de nuestra historia y la necesidad de preservarla.