La estatua de bronce del obrero de AHMSA; el testigo mudo del desempleo por el que atraviesa Monclova y la región Centro. A pocos metros de ella, una escena desalentadora se despliega: una larga fila de personas, la mayoría hombres y jefes de familia que se aglomeran en busca de una oportunidad laboral en un módulo de una empresa foránea.
En la plaza principal de la ciudad, se encuentra esta figura como un recordatorio de la histórica importancia de la industria del acero en la región Centro de Coahuila.
Desde su inauguración hace aproximadamente cuatro años, la figura, que representa a los trabajadores de la Altos Hornos de México, permanece firme e intacta. No obstante, su presencia contrasta con la dura realidad que enfrentan actualmente muchos de los ex empleados de la empresa, que atraviesan por una crisis laboral sin precedentes.
Algunos trabajadores que hacían fila para dejar su solicitud de empleo, víctimas del cierre de AHMSA hace dos años y de su posterior quiebra declarada en 2024, se han visto obligados a lidiar con el incierto panorama económico que afecta tanto a Monclova como a los municipios aledaños.
La escultura de bronce, que viste con casco, zapatos de seguridad, lonchera y el uniforme con las siglas de AHMSA, es una obra de los escultores coahuilenses Alejandro Fuentes Gil y Alejandro Fuentes Quezada.
Ambos artistas han destacado en diversos países del mundo por su trabajo en diversas exposiciones, pero este proyecto en particular refleja la identidad de una región que históricamente ha dependido de la industria del acero.
Lo irónico de la situación es que, mientras la estatua sigue de pie como un símbolo del pasado laboral de la ciudad, la realidad de los trabajadores de AHMSA es diferente.
La emblemática figura, que en su momento fue un homenaje a la fuerza y dedicación de los obreros, hoy parece ser testigo mudo del desespero de aquellos que buscan una oportunidad en alguna área laboral.
En una escena aún más triste, la misma plaza que alberga esta escultura se ha convertido en el sitio de reclutamiento de una empresa foránea que ha instalado un módulo para ofrecer empleo a los habitantes de Monclova y comunidades cercanas.
Sin embargo, la búsqueda de empleo se ha convertido en un desafío constante para muchos, mientras la incertidumbre sobre el futuro de la industria local persiste.
Así, la estatua del obrero de AHMSA no solo es un homenaje al pasado, sino también un recordatorio palpable de la grave crisis laboral que vive Monclova y la región Centro, marcada por el cierre de una de las industrias más importantes de la región.
La figura permanece de pie, como las esperanzas de miles de trabajadores que siguen buscando una oportunidad en un mercado laboral que ya no les ofrece las mismas certezas de antaño.
