El incremento del 12% al salario mínimo anunciado para 2025 representa un desafío para las pequeñas y medianas empresas de la región, ya que esta medida, podría traducirse en inflación, pérdida de empleos y mayores costos para los consumidores finales.
El Presidente de la CANACO Monclova, Oscar Mario Medina Martínez, externó que el aumento al salario mínimo no deja de ser una carga impositiva, que se suma a otras que han enfrentado a lo largo de este año, sobre todo las que emplean a cerca de 30, 50, 80 trabajadores.
Señaló que ante el incremento salarial que se aplicará a partir del primero enero del 2025, las empresas deberán realizar ajustes en sus operaciones para absorber el aumento, lo que implicará revisiones a las tablas del Infonavit, Seguro Social y otros gastos derivados de la reforma.
"Algunas pymes tendrán que hacer ajustes en personal o en otros temas operativos, cada negocio tendrá que realizar una radiografía para determinar la forma de sobrellevar este incremento".
El representante del sector comercial anticipó que el incremento salarial, impulsará una escalada de precios que afectará directamente al consumidor final, porque señaló que el incremento no solo recaerá en las empresas.
En un panorama económico marcado por la inflación y los efectos persistentes de la crisis en Altos Hornos de México, el Presidente de la CANACO subrayó que este nuevo ajuste salarial representa un desafío mayor para las empresas locales, que ya operan con recursos limitados.