La prostitución clandestina representa un alto riesgo para las jóvenes y mujeres que se dedican a esta actividad y que se exponen a diario a una gran cantidad de riesgos hacia su integridad.
Las redes sociales se han convertido en una herramienta para que cada vez más hombres y mujeres se dediquen al sexo servicio, desde el anonimato, donde no existe ningún tipo regulación, pero esto también representa un riesgo al no saber que tipo de personas están en las redes sociales o a través de cuentas falsas.
Autoridades municipales buscan mantener una regulación de esta actividad en la ciudad, obligando a las personas que se dedican al sexoservicio a realizarse revisiones semanales para impedir un riesgo de enfermedad.
En la ciudad se cuenta con un padrón de alrededor de 150 personas que se dedican a esta actividad, el cual ha ido disminuyendo debido a la crisis que existe por AHMSA y que ha impactado otros sectores.
Las personas que se dedican a esta actividad están obligadas a acudir a revisiones cada semana a fin de poder acudir a bares y cantinas en busca de clientes, porque de no acudir a su revisión serán detenidas.
Sin embargo, las redes sociales están fuera de toda regulación de todo control, en donde no se conoce la cifra de personas que se dedican a esta actividad, tampoco se les obliga a realizar alguna revisión, lo que representa un riesgo de salud tanto para ellas como para los que solicitan los servicios.
Pero además de esto, está el riesgo de sufrir algún robo, agresión o algo pero, como lo que sucedió con Yosmi, la joven de 19 años de edad, que luego de acudir a un servicio, fue agredida y asesinada por su “cliente”.
Las citas se generan a través de redes sociales de manera anónima, en ocasiones a través de perfiles falsos y los encuentros se dan entre dos personas que no se conocen, n lugares desconocidos, lo que representa un riesgo para quienes acuden a dar el servicio con el fin de obtener un ingreso.
La falta de regulación, de vigilancia que existe de las redes sociales representa un riesgo, que en este caso cobró la vida de Yosmi, quien se topó con una persona que solicitaba de manera recurrente este tipo de servicios, sin saber que esto le costaría la vida.
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Desconocen las condiciones en las que estarán.
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Yosmi acudió con un cliente sin saber que le esperaría la muerte.
