Con el firme espíritu de trabajo para salir adelante en la vida, Marisol Castro Saucedo de 20 años de edad trabaja de albañil todos los días para ahorrar con la esperanza de retomar sus estudios universitarios.
Desde hace 7 años su papá trabaja en la obra y ella y sus hermanos han aprendido el oficio por ayudarlo.
Marisol comenzó muy chica siendo "el chalán" pero ya cuando estaba en la preparatoria su padre le fue encomendado trabajo más específico de la albañilería.
Hoy en día sabe hacer de todo, desde la mezcla, cimientos, coloca vitropiso y hasta prepara la mezcla en la revolvedora para vaciar a techos.
El espíritu de superación es lo que motiva a Marisol a seguir en este noble pero pesado oficio.
La chica de 20 años se siente muy orgullosa de trabajar en la obra.
Ella estuvo estudiando Administración de Empresas con acentuación en producción en la FCA de la UAdeC, pero cuando llegó la pandemia dejó la escuela, tiene dos materias pendientes y hoy en día su deseo es pagar esas materias para cambiar de carrera y llegar a ser Ingeniero Civil.
Marisol viene de una familia de 6 personas, sus padres, tres hermanos y ella, es la tercera de cuatro hijos y hasta hoy es la que más lejos ha llegado en estudios porque su meta es obtener un título profesional y mejorar su condición de vida y la de su familia.
El oficio de albañil es una labor que le ha permitido a su familia tener una vida cómoda, pues con los ingresos que obtienen del trabajo rudo a diario obtienen lo necesario para vivir, sin embargo, esto no le quita el interés de seguir superándose para vivir aún mucho mejor.
Ella vive con su familia en el Ejido Monte Alegre, a diario salen a otras partes de La Laguna a trabajar, hoy en día apoya a su papá en la labor de construcción de unas casas y actualmente hace su actividad favorita, colocar vitropiso.
Para Marisol no ha sido fácil su trabajo pero lo hace primero porque le gusta, segundo para apoyar a su papá y que no esté solo y también, porque con el ingreso que obtiene logrará cumplir su sueño de seguir estudiando.
Tampoco le ha Sido fácil por su complexión, es muy delgada y batalla mucho más para cargar cosas pesadas.
Pero con el paso del tiempo, Marisol ha logrado salir adelante en su oficio y hoy en día hasta sube escaleras con un bote cargado de mezcla.
La chica tiene muchas aspiraciones, su mayor motivación es sentirse orgullosa de sí misma.
Se siente muy feliz cuando sus amigas le preguntan "y cómo le haces para hacer ese trabajo tan pesado" y cuando escuchan la respuesta y su versión de porqué lo hace, ellas terminan manifestándole su gran admiración, cariño, respeto y reconocimiento a su labor.
La joven de 20 años manda un mensaje a todas las mujeres que sientan que sus caminos se cierran "siempre habrá algo que por muy difícil que les parezca lo pueden hacer, siempre y cuando lo deseen y se apliquen".
Marisol dice que si bien es cierto no es ni la primera ni al última mujer que se dedica a ser albañil, si es una mujer que trabaja día a día en la obra, bajo los intensos rayos del sol y con actividades muy pesadas, pero con el mayor entusiasmo, dedicación y sobre todo amor a su trabajo.