En medio de la ola de calor que azota la región, la Clínica 7 del IMSS enfrenta una crisis interna ante la falta de aire acondicionado, dejando a varios pacientes, incluida la esposa de un derechohabiente, en condiciones extremadamente difíciles.
Desde hace una semana, los pasillos y habitaciones del piso B se han convertido en un hervidero, causando el malestar de los enfermos, especialmente aquellos como la esposa del derechohabiente, quien lucha contra las convulsiones.
A pesar de las persistentes solicitudes de los familiares y el evidente sufrimiento de los pacientes, el personal médico ha negado la entrada de un aparato de aire húmedo, considerado vital para mitigar la alta temperatura.
La desesperación y la indignación se propagan entre los afectados y sus familiares, quienes exigen una respuesta inmediata por parte de las autoridades hospitalarias. La falta de acción ha provocado una sensación de abandono y descuido por parte de quienes deberían velar por el bienestar de los enfermos.
La situación, lejos de mejorar, se agrava con el paso de los días, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de los pacientes más vulnerables. Se espera que las autoridades pertinentes tomen medidas urgentes para abordar esta crisis y garantizar condiciones adecuadas para la atención médica.