Golpes y empujones se registraron en el Auditorio Milo Martínez al agotarse las dosis de vacuna AstraZeneca por lo que se requirió la intervención de la policía.
El desagradable espectáculo lo protagonizaron servidores de la nación y varios ciudadanos tras acabarse las vacunas.
Cerca de las 14:30 horas, la Policía Municipal fue alertada sobre un zafarrancho al interior del auditorio.
Los jóvenes de entre 18 y 29 años reclamaron haber hecho fila por horas, cuando ya no había dosis debido a que hubo gente que se metió en las filas.
El airado reclamo detonó a golpes contra un trabajador de SIMAS, que reprochaba el hecho de no haber más dosis disponibles.
A la llegada de la Policía, cerca de ocho servidores fueron asegurados al ser señalados directamente por el trabajador de SIMAS y una mujer, quienes también fueron llevados a la Comandancia Municipal.
Los servidores y los quejosos fueron presentados ante el juez calificador en turno, quien al ser enterado de la situación, dialogó con la coordinadora Claudia Garza del Toro, responsable de este caos.
El juez calificador medió la situación, por lo que tanto los servidores como los ciudadanos fueron liberados.
