El año que concluirá en próximos días representó para la ciudad el tener que enfrentar la llegada de migrantes como nunca antes, la mayoría en búsqueda de solicitar asilo político y otros que de manera ilegal buscaban alcanzar el sueño americano.
De acuerdo a quienes atienden la Casa del Migrante, cuando las personas son deportadas duran poco tiempo en la comunidad, ya que optan por emigrar a otras poblaciones más grandes como Monterrey en búsqueda de establecerse.
Isabel Turcios, madre encargada de la Casa Frontera Digna, señaló que actualmente se encuentran rebasados en su capacidad, ya que cuenten con ciento doce personas y el albergue está diseñado para atender a setenta, señaló que se les brinda la atención por espacio de tres días, siendo que la mayoría de las personas que llegan son de nacionalidad hondureña, aunque han tenido de El Salvador, Cuba, Venezuela y africanos.