MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- Uno de los lugares más emblemáticos que existen en el Municipio de Múzquiz, es la Etnia de Los Negros Mascogos, donde se ubica “El Maná de Cielito”, un pequeño restaurant muy campirano situado entre la naturaleza que es atendido por Laura Herrera Bosques.
En este lugar se ubica además el Museo Comunitario que está en adecuaciones para en fecha próxima inaugurarlo con la presencia de autoridades estatales y municipales.
En entrevista con la dueña del lugar donde el pasado domingo recibieron la visita de turistas provenientes de la República de Cuba, país asentado en un archipiélago del Mar Caribe, mencionó que el Maná de Cielito fue un proyecto que ella misma formó para salir adelante empoderarse y ofrecer empleo a más lugareños de esta bella comunidad.
Aposentados en el exterior del restaurant, Laura, Rosa Elena, Casandra y Jesús esperan la llegada de los visitantes “hoy, dicen, estamos de fiesta porque inician las Posadas Navideñas para los niños y niñas, entonces recibiremos la visita de algunas autoridades del Municipio de Múzquiz”.
Fotografía de los atuendos que utilizan las mujeres de la tribu Negros Mascogos.
Regularmente permanece de puertas abiertas los sábados y domingos pero cuando hay eventos para los habitantes dicen que preparan todo desde temprana hora para recibir a los clientes.
Somos personas que tratamos de salir adelante, precisamente permaneciendo en nuestra comunidad por ello preservamos, conservamos y rescatamos lo que se ha perdido de nuestra gastronomía y cultura general.
Todos somos afro descendientes, yo soy una segunda generación de mestizos, pero orgullosa de tener en mis venas sangre mascoga, expresó a LA VOZ, la ciudadana.
Agregó que, en dicho lugar, los sábados enseñan además a los niños cantos tradicionales, tratando que desde la niñez aprendan el significado de cada una de estas entonaciones además de aclarar que dichos cantos no se bailan como lo vienen haciendo hoy en día, pues la mayoría son espirituales.
Todo se engloba aquí en el Maná, que ofrece artesanías, gastronomía y un pequeño museo comunitario o de sitio donde se pueden apreciar fotografías, pinturas y algunas lonas.
En el lugar se ubica un corredor cultural con diversos murales que hacen referencia a los Mascogos de todos los tiempos y también a los Afromexicanos que han trascendido a lo largo de la historia del país.
Doña Lucía, Negra Mascoga de sangre pura.
Laura expresó que la idea de construir el Maná de Cielito surge a raíz del recuerdo de su abuela “Mamá Guecho” la cual recibía turismo y los hospedaba en dicho lugar.
Mi hija Dulce Herrera Promotora Cultural de los Negros Mascogos se interesó en promover lo Afro y Mascogo integrándolo en el movimiento para el reconocimiento constitucional de los pueblos negros que gracias a Dios ya se dio.
A raíz de ello mi hija dijo siempre vienen gentes, los recibimos, pero no tenemos que ofrecerles, de ahí surge la idea de este lugar y en abril del 2017 fue cuando inicié vendiendo en la Feria Ganadera, subrayó la entrevistada.
Hicieron entonces otro evento donde se invitó a la comunidad en general “para que nos visitaran y afortunadamente nos ha ido muy bien”, expresó.
Para llegar a esta etnia dijo hay que arribar a la ciudad de Melchor Múzquiz, tomar la calle Presidente Juárez y posteriormente la carretera estatal número 20, tramo Múzquiz-Boquillas del Carmen son alrededor de 5 kilómetros los que se deben recorrer primeramente hasta llegar a un anuncio que indica con una flecha hacia la izquierda como llegar a la etnia, posterior habrán de recorrer los visitantes unos 20 kilómetros de camino hasta llegar a donde se ubica la piedra amarilla con el nombre de El Nacimiento.
Al retomar la historia de los Negros Mascogos, expresó que llegaron a este Municipio junto con otras tribus en el año de 1850, cuando era Presidente de la República (Interino), José Herrera.
Los esclavistas llegaron a estas tierras para recuperar a los negros, pero el Presidente expresó que aquí en México no había esclavos, sino personas, “de ahí a 1852 Benito Juárez cedió estas tierras que fueron expropiadas a Los Sánchez Navarro fue cuando quedamos oficialmente establecidos en esta área después de haber recorrido otros territorios donde nuestros ancestros no estuvieron cómodos o bien el Gobierno los cambió de lugar”.
Señala que las familias que habitan esta etnia son de 30 a 50, hay muchas casas solas porque los habitantes han tenido que emigrar a otros lugares para poder subsistir es por ello que los invitamos a que vengan, nos visiten y nos apoyen para seguir en nuestras tierras.
Dulce Herrera, hija de Laura.
Nosotros estamos tratando de vivir y permanecer en nuestra comunidad, expresó Herrera Bosques, destacando que esperan que el público quede contento y satisfecho con el trato y con la comida que se les puede orecer pues tienen 100 variedades de souvenirs, una pequeña charla, las fotografías, un poco de todo.
En cuanto al menú que ofrecen destaca el cabrito asado o en fritada, los machitos de cabrito, el chile seminol, el taquito mascogo y los complementos que son alrededor de 10 o 12, aquí nos ajustamos para nuestros clientes.
Cabe señalar las mujeres de la etnia elaboran además diversos productos para vender como es el caso de talcos, champús, jabones además de salsas, leche quemada y las tradicionales “muñequitas” alusivas a los Negros Mascogos las cuales son elaboradas por “Lupita”.
Cuentan también con algunas piezas que están hechas de piedra de pedernal, están debidamente fabricadas cinceladas, ahí utilizan los cuernos de venado para elaborar pipas, tienen cuchillos con cachas de venado, tasas entre otros artículos.
En cuanto al museo expresó que Grupo AHMSA por medio de Diana Salinas apoyaron con un mural donde se puede observar a los Negros Mascogos el pintor de nombre Juan Méndez es quien realizó esta magnífica obra, esperando que Martín Galicia acuda a restaurarlo.