MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- En una muestra de amor y dedicación, cuatro menores de edad han dado un ejemplo conmovedor de trabajo y esfuerzo en el Panteón Santa Rosa.
Este 10 de mayo, mientras muchos celebraban el Día de las Madres en sus hogares, estos pequeños decidieron honrar a quienes les dieron el ser de una manera única: limpiando tumbas en el cementerio local para ganar algo de dinero y así poder regalarles algo especial.
Los menores que prefieren mantenerse anónimos, han convertido esta labor en una tradición anual.
“El mejor regalo que le podemos dar a nuestras madres es ser hijos de bien,” expresaron con madurez más allá de sus años.
Los cuatro infantes, quienes a pesar de la suspensión de clases por la festividad, eligieron pasar su día en el camposanto, dedicándose a la limpieza de sepulturas, realizaron dichas acciones con gran esmero dejando los sepulcros con un toque de embellecimiento total.
Armados con azadones, escobas y botes para transportar agua, los niños se dedicaron a limpiar al menos cinco tumbas, una tarea que no solo requiere esfuerzo físico, sino también respeto y cuidado por los lugares de descanso eterno.
“Pedimos lo que sea la voluntad de las personas y sí nos ayudan,” comentaron, reflejando la generosidad de la comunidad que valora y apoya su trabajo.
Al caer la tarde, los niños se sentaron junto a una tumba, no para descansar, sino para contar las ganancias del día.
Este acto simbólico no solo representa su esfuerzo, sino también la esperanza y el amor que tienen para con sus familias.
La comunidad de Múzquiz puede estar orgullosa de estos menores de edad, que con su iniciativa no solo mantienen vivo el espíritu del Día de las Madres, sino que también enseñan una valiosa lección de vida: el valor del trabajo y la importancia de honrar a quienes más amamos.
