MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- La Iglesia Católica enfrenta hoy en día un gran desafío referente a la inter-relación e interconexión entre pueblos, decanatos y regiones.
Este tema fue abordado por el Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alfonso Miranda Guardiola, durante su visita al Municipio de Múzquiz en el marco de la Asamblea Diocesana Juvenil 2024, celebrada en este Pueblo Mágico.
el Obispo destacó la importancia de fomentar la interconexión a través de diversas actividades, subrayando que, la organización de torneos, competencias, eventos y conciertos de tipo cultural, deportivo, religioso y pastoral puede generar un dinamismo poblacional.
Este dinamismo, según el Obispo, se traduciría en un crecimiento educativo, académico, comercial, laboral y religioso. "Si lo hacemos así, creo que podremos por lo menos ayudar a la sociedad", afirmó, destacando que no aislarse ya es un punto positivo e interconectarse son muchos puntos positivos.
Durante su intervención, Monseñor resaltó las diferencias entre la Diócesis de Piedras Negras y otras arquidiócesis donde ha servido, como la de México y Monterrey.
A diferencia de estas últimas, que son pastorales centralizadas, la Diócesis de Piedras Negras está conformada por pequeñas ciudades dispersas, Esta dispersión, según el Obispo, ha fomentado un fuerte localismo.
"Cada quien trae bien puesta su camiseta", expresó, refiriéndose a localidades como el mineral de Palaú, el Municipio de Sabinas, la ciudad de Nueva Rosita, el Municipio de Progreso, Juárez y los 5 Manantiales: Morelos, Zaragoza, Piedras Negras y Acuña.
Sin embargo, es preciso señalar que, aunque defender el terruño es positivo, también puede resultar perjudicial si lleva al aislamiento, abundó.
El Obispo Miranda Guardiola señaló que esta dispersión ofrece tanto ventajas como desventajas. La principal desventaja es el aislamiento que puede surgir del localismo, donde cada comunidad se concentra en sus propios asuntos sin salir de su región.
Esto, advirtió, podría ser negativo para el desarrollo de las pequeñas ciudades y del Estado en general.
Finalmente, el jerarca católico reiteró la importancia de la unidad y la solidaridad entre los pueblos. "Lo mejor es unirnos como pueblos y luchar por una vida mejor", afirmó.
Ofrecer entornos de igualdad, unidad y solidaridad permitirá que las voces de hombres, mujeres, jóvenes y niños sean escuchadas no solo en sus comunidades, sino también en otras regiones.
