SABINAS, COAH.- Ya se cumplieron 72 horas desde que el pozo de carbón conocido como “El pinabete”, se inundó, dejando a diez trabajadores mineros atrapados entre las entrañas de la mina. Los obreros, entraron un miércoles 03 de agosto, sin saber que posiblemente ese, sería el último día que verían la luz del día.
Este pasado sábado, se cumplieron ya los primeros tres días desde que la noticia de la inundación en un pozo carbonero, situado en la pequeña Villa de Agujita, municipio de Sabinas, le dio la vuelta al mundo, dejando a decena de familias consternadas, sabiendo que, este, es uno más de los fuertes accidentes mineros registrados en esta Región Carbonífera.
El día miércoles, las familias corrieron desesperadamente para trasladarse y reencontrarse con sus familiares, sin embargo, las autoridades de los tres órganos de gobierno ya se encontraban en el sitio restringiendo el acceso y la información a las víctimas de un descuido más, de los patrones y dueños de la mina, quienes hasta el día de hoy, no han dado la cara, además de que no se han revelado sus nombres por cuestiones de entorpecimiento de investigación.
José Luis Mireles, Sergio Gabriel Cruz, Margarito Rodríguez, Mario Alberto Cabriales, José Moreno Morales, Jorge Luis Martínez, Hugo Tijerina, Jaime Montelongo, José Moreno Leija, Ramiro Torres, son los nombres de los trabajadores mineros, por los que sus familiares se han mantenido desde el día 01 al pendiente de su salida, los fieles al trabajo de la minería, los que con fuertes carencias de trabajo, siguieron firmes en su trabajo, con el único fin de llevar sustento a sus hogares.
El Gobernador del Estado, Miguel Ángel Riquelme Solís, ha estado pendiente de las labores de trabajo del desagüe de la mina, por lo que en varias ocasiones, se ha reunido con la Secretaria de Trabajo en Coahuila, Nazira Sogby y las familias de los mineros, por lo que su compromiso con la gente de la región está firme, enfocándose primeramente y primordialmente, en el rescate de los hombres.
Las horas corren, los trabajos siguen, la angustia aumenta y la esperanza se desvanece, son pocos los avances que se tienen en este rescate, sin embargo nada es imposible y un milagro divino podría ocurrir en las siguientes horas. Los mineros podrían salir con vida y volver a ver el sol, sus esposas, madres, padres, hijos, los esperan afuera desde hace ya, más de 72 horas.
