SALTILLO, COAH.- Este miércoles a las 2 de la tarde, en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro iniciará la huelga indefinida que advirtieron desde la semana pasada.
Darío Rodríguez, Coordinador General del Comité de Huelga, confirmó que los trabajadores sindicalizados tomarán las instalaciones, cerrando el campus con candados después de desalojar al personal administrativo, docente y a los estudiantes.
Los manifestantes, organizados en turnos de guardia, se mantendrán en el lugar para proteger el perímetro y han extendido una invitación a los estudiantes para que se acerquen y comprendan las razones detrás de esta drástica medida.
La decisión de ir a la huelga se debe a lo que consideran una falta de respuesta concreta por parte del Rector Alfredo Flores Olivas, quien, según los sindicalizados, ha respondido a sus demandas con evasivas como "lo vemos y analizaremos".
Desde las 9:00 de la mañana de este miércoles, se pedirá a los estudiantes que desalojen los internados y se les informó sobre los arreglos para su transporte de regreso a sus lugares de origen; ello como parte de las medidas preventivas para garantizar la seguridad durante la huelga.
Entre las principales exigencias de los trabajadores sindicalizados, agrupados en el Sindicato Administrativo de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (SUTUAAAN), se encuentran la creación de nuevas plazas y la recategorización de empleados basada en su antigüedad y desempeño.
Los sindicalizados acusan a la administración de la universidad de violar acuerdos previos y de mostrar inacción frente a problemas urgentes.
Rodríguez destacó que, aunque la Secretaría de Hacienda ha autorizado 916 plazas permanentes, actualmente el número de empleados es inferior a 900, lo que ha generado sobrecarga laboral y malestar entre el personal.
También subrayó el incumplimiento de convenios como el del comedor universitario, que requiere la contratación de personal adicional o la realización de horas extras, acuerdos que, según él, no se han respetado.
Este conflicto, que ha llevado a la paralización de una de las principales instituciones educativas de Coahuila, refleja tensiones profundas entre el sindicato y la administración, con implicaciones que podrían afectar no solo a los trabajadores, sino también a la comunidad estudiantil y al funcionamiento de la universidad en general.
