Zachary y William Zulock, una pareja de Georgia, Estados Unidos, fue condenada a 100 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional tras ser declarados culpables de múltiples delitos graves relacionados con el abuso sexual de sus dos hijos adoptivos.
Cargos y sentencia
Los Zulock enfrentaron acusaciones que incluyeron:
- Sodomía agravada
- Abuso sexual infantil
- Incesto
- Explotación sexual infantil
- Proxenetismo de menores
El fiscal de distrito, Randy McGinley, describió su hogar como "una casa de horrores" donde los acusados priorizaron sus "deseos extremadamente oscuros" por encima del bienestar de los niños.
La lucha por la justicia
El caso involucró a dos hermanos, ahora de 12 y 10 años, quienes fueron adoptados por la pareja a través de una agencia cristiana especializada en niños con necesidades especiales.
El fiscal destacó la fortaleza de las víctimas y la determinación de las autoridades que trabajaron incansablemente para garantizar que se hiciera justicia:
"La profundidad de la depravación de los acusados es incomparable, pero la determinación de quienes lucharon por las víctimas es inspiradora", afirmó McGinley.
El inicio de la investigación
El caso se destapó en 2022, cuando la Unidad de Delitos Informáticos y Explotación de Menores de la Oficina de Investigación de Georgia identificó material de abuso infantil publicado en línea desde una ubicación en el condado de Walton.
- Hunter Lawless, un hombre vinculado al caso, confesó haber recibido material ilícito de Zachary Zulock.
- Esto llevó a las autoridades al domicilio de los Zulock, donde se encontraron múltiples videos y fotografías que documentaban los abusos cometidos contra los niños.
Impacto social y legal
El caso ha generado un amplio debate sobre las medidas de protección en los procesos de adopción y la necesidad de reforzar la supervisión de menores en hogares adoptivos.
Mientras tanto, los niños, víctimas de estos horrendos actos, permanecen bajo cuidado especializado, buscando reconstruir sus vidas lejos del trauma que enfrentaron.
Este caso resalta la importancia de la vigilancia activa en el bienestar de menores y de sanciones severas contra quienes violan su inocencia.
