Una bomba explotó en una iglesia católica de las Filipinas, cobrando la vida de 4 personas y dejando 42 feligreses heridos. Hasta el momento se desconoce la autoría del ataque pero se sospecha que se trate de un ataque de grupos islamistas extremos.
El atentado se dio en un gimnasio de la Universidad de Mindanao, donde se llevaba el evento católico, los asistentes en su mayoría eran estudiantes de la propia universidad.
En 2017, Marawi fue el escenario de un sangriento enfrentamiento a raíz de que grupos yihadistas afines al Estado Islámico (EI) tomaran el 23 de mayo parcialmente la ciudad, donde entraron con banderas y estándares del EI.