El primer ministro de Canadá, Mark Carney, declaró este jueves que su país "luchará" contra los aranceles del 25% impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los automóviles fabricados en el extranjero, y que adoptará represalias comerciales que tendrán un "máximo impacto" en la economía estadounidense.
Carney también reveló que, en la noche del miércoles, Trump lo contactó para mantener una conversación. El líder canadiense planea aprovechar el diálogo para enfatizar que el único camino es "la cooperación y el respeto mutuo". Se espera que la conversación tenga lugar en las próximas 24 o 48 horas.
"Rechazo cualquier intento de debilitar a Canadá, de agotarnos, de rompernos para que Estados Unidos se convierta en nuestro dueño. Eso nunca pasará", afirmó Carney. "Nuestra respuesta a estos aranceles es luchar, proteger y construir. Lucharemos contra los aranceles con medidas comerciales de represalia que tendrán el máximo impacto en los Estados Unidos".
El primer ministro canadiense también señaló que Estados Unidos ha dejado de ser "un socio fiable", por lo que, en el futuro, Canadá renegociará todas sus relaciones con el país vecino para reducir drásticamente su dependencia económica. "Construiremos un futuro independiente para nuestro país, más sólido que nunca", afirmó Carney, y añadió que Canadá tendrá que reestructurar su economía, que hasta ahora depende en gran medida del comercio con Estados Unidos, ya que la relación que han mantenido durante décadas "se ha acabado".
"La vieja relación que teníamos con Estados Unidos, basada en la profundización de la integración de nuestras economías, seguridad y cooperación militar, se ha acabado", declaró Carney. "No está claro qué hará Estados Unidos a continuación. Pero lo que es evidente es que los canadienses podemos controlar nuestro destino".
También rechazó la amenaza que Trump lanzó el miércoles por la noche, advirtiendo que impondrá aranceles a gran escala a la Unión Europea y Canadá si estos países colaboran para perjudicar económicamente a Estados Unidos.
"Somos una nación soberana. Tomaremos nuestras propias decisiones", dijo Carney, y añadió: "Elegimos nuestros propios aliados, cómo nos relacionamos con esos aliados. Así que tomo nota del comentario del presidente, pero no lo sigo como una directriz".