El presidente Donald Trump firmó una declaración de "gran desastre" para Kerr County, Texas, después de las devastadoras inundaciones del 4-7 de julio que cobraron la vida de al menos 80 personas, entre ellas 28 niños, y dejaron decenas desaparecidas en Camp Mystic, un campamento de verano para niñas.
Esta medida activa oficialmente a FEMA, la Guardia Costera, el Departamento de Seguridad Nacional y recursos federales adicionales para apoyar las labores emergentes y de recuperación. Trump expresó condolencias y tuiteó que "las familias están atravesando una tragedia inimaginable" y que su administración "dirige la coordinación con autoridades estatales y locales".
El balance oficial a 6 de julio indica al menos 82 fallecidos, con más de 850 personas rescatadas y decenas aún desaparecidas, incluyendo 11 niñas y una consejera de Camp Mystic. Las lluvias torrenciales provocaron que el río Guadalupe subiera cerca de 26 pies en 45 minutos, devastando viviendas y estructuras en la región sur del Hill Country.
A pesar de la respuesta federal, hubo cuestionamientos al tiempo de emisión de alertas y a la decisión previa de recortar personal en la NOAA y el Servicio Meteorológico, lo que pudo haber limitado la capacidad de respuesta temprana. El secretario de Seguridad, Kristi Noem, reconoció fallas en la detección temprana, mientras el gobernador Greg Abbott declaró zona estatal de desastre y desplegó equipos de rescate.
En la actualidad, más de 400 rescatistas continúan revisando escombros, ríos y caminos afectados, en un clima aún amenazado por lluvias adicionales. Las operaciones incluyen helicópteros con cámaras térmicas de la Guardia Costera y misiones de búsqueda de día y noche.
Las ONG y empresas locales también han comenzado a colaborar. Donaciones de alimentos, apoyo logístico y puntos de asistencia se han organizado gracias a H-E-B, World Central Kitchen, Mercy Chefs y centrales comunitarias que ofrecen refugio y víveres.
En resumen, la declaración de gran desastre firmada por Trump habilita recursos federales críticos en Kerr County, una medida urgente tras una catástrofe que ha generado preguntas sobre la eficacia de los sistemas de alerta y la necesidad de fortalecer la preparación ante fenómenos extremos.