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Exportaciones de México a EE. UU.: empresas se reinventan ante aranceles

Empresas mexicanas como Danfoss encuentran soluciones estratégicas para enfrentar aranceles de EE. UU. y fortalecer su producción regional.

Por Staff / La Voz - 07 julio, 2025 - 10:42 a.m.
Exportaciones de México a EE. UU.: empresas se reinventan ante aranceles

Empresas mexicanas se reinventan ante aranceles de EE. UU. y buscan fortalecer la producción regional

La fábrica de Danfoss, ubicada en Apodaca, al norte de México y a pocas horas de Texas, fue concebida desde el inicio para abastecer principalmente al mercado estadounidense. Cerca del 80 % de sus aires acondicionados y equipos de refrigeración se exportan a Estados Unidos. Sin embargo, los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump pusieron en jaque este modelo de negocio, al menos hasta que la compañía encontró una solución estratégica.

Antes de la entrada en vigor de dichos aranceles, solo el 40 % de sus exportaciones calificaban bajo las normas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Pero al saberse que los productos que cumplieran con el tratado estarían exentos de nuevos impuestos, Danfoss se adaptó rápidamente: buscó proveedores mexicanos, certificó productos que ya cumplían las reglas de origen pero no estaban registrados como tales, y reevaluó la necesidad de importar componentes desde Asia.

"Cuando vas en un avión y hay turbulencia, te asustas. Pero la mayoría de las veces, aterriza sin problemas", comparó Xavier Casas, encargado de la planta de Danfoss. Hoy en día, casi todo lo que exportan a EE. UU. desde México cumple con el T-MEC, y parte de los componentes que antes venían de China ahora se fabrican en la misma planta de Apodaca.

Casas explicó que históricamente, muchas empresas mexicanas preferían importar desde Asia debido al menor costo. "Pero con este nuevo escenario, empezamos a preguntarnos: ´¿Por qué no fabricar aquí mismo?´".

Pese a algunos gestos recientes entre EE. UU. y China que apuntan a aliviar tensiones comerciales, analistas aseguran que la incertidumbre persiste y que los aranceles probablemente no volverán a sus niveles de 2024 mientras Trump esté en el poder, e incluso podrían mantenerse más allá de su mandato.

La presión para alinearse con EE. UU. ha llevado a muchas compañías mexicanas a modificar sus cadenas de suministro, aunque esto implique romper la fuerte dependencia de insumos asiáticos. A pesar de que China exporta a México 11 veces más de lo que importa, los aranceles han funcionado como catalizadores para reorientar la producción hacia América del Norte.

"El juego ha cambiado", resumió Ryan Last, abogado especializado en comercio internacional, al describir cómo muchas firmas están trasladando operaciones a EE. UU. o buscando aumentar el contenido regional de sus productos. Esto ha motivado a los exportadores a demostrar que sus mercancías se fabrican mayoritariamente con materiales norteamericanos.

Según datos de la Secretaría de Economía de México, el 87 % de las exportaciones mexicanas a EE. UU. están actualmente libres de aranceles. Aunque sectores como el automotriz y el acero han enfrentado barreras, las exportaciones mexicanas han resistido mejor de lo esperado. "Pensé que estos números se desplomarían, pero no ha sido así", comentó Aristeo López, exnegociador del T-MEC.

Las empresas también están tomando precauciones. Un fabricante en Monterrey, por ejemplo, dejó de adquirir un componente electrónico de una firma china con operaciones en México, anticipando posibles represalias comerciales. "Trump nos obligó a repensar toda la estrategia, incluso frente a amenazas que aún no se materializan", dijo un ejecutivo bajo condición de anonimato.

En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum ha lanzado el "Plan México", una estrategia para impulsar la manufactura nacional, sustituir importaciones y reducir el déficit comercial con países con los que México no tiene tratados, como China. Su administración considera que reforzar el T-MEC es clave para competir globalmente.

"Tenemos relaciones con China en muchos frentes, pero con EE. UU. compartimos un acuerdo comercial crucial", declaró recientemente Sheinbaum. Según su Secretaría de Economía, si Norteamérica lograra producir el 10 % de lo que actualmente importa desde China, el PIB mexicano podría crecer un 1.2 %, el estadounidense un 0.8 % y el canadiense un 0.2 %.

En Nuevo León, uno de los principales centros industriales del país, autoridades como Emmanuel Loo —encargado de Economía del estado— están ayudando a que las empresas sustituyan importaciones y encuentren proveedores locales. "No queremos que las empresas solo vengan a instalarse. Queremos que compren aquí mismo", afirmó.

Para Manuel Montoya, líder del clúster automotriz de Nuevo León, aún hay dependencia de componentes chinos, especialmente electrónicos, pero cree que eso puede cambiar. "La consigna hoy es: ´hazlo norteamericano´. Si algo sigue viniendo de Asia, es momento de reconsiderarlo", concluyó.

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