Inglaterra.- Una enfermera asignada al cuidado de pacientes con COVID-19 en Inglaterra fue detenida después de robar la tarjeta bancaria de una paciente que acababa de morir y usarla para comprar papas y dulces.
Cámaras de seguridad del Hospital Heartlands, ubicado en Birmingham, captaron a Ayesha Basharat adquiriendo papas, dulces y refrescos de una máquina expendedora.
Tras la denuncia de la familia se descubrió que la tarjeta utilizada por la enfermera para las compras pertenecía a una mujer de 83 años que acababa de morir.
La muerte de la paciente ocurrió a las 13:56 h del 24 de enero, y tan solo 17 minutos después Basharat uso su tarjeta bancaria en la máquina expendedora del hospital.
Por la noche hizo otra compra antes de intentarlo dos veces más el 28 de enero, al regresar al trabajo; sin embargo, para entonces el plástico ya había sido cancelado.
La enfermera de 23 años de edad fue detenida durante su turno en posesión de la tarjeta.
Al inicio la joven afirmó que encontró el plástico en el piso y lo ‘confundió’ con su propia tarjeta. No obstante, la suya era de distinto color, con lo que aceptó el robo.
El pasado 9 de junio, el Tribunal de la Corona de Birmingham declaró culpable a Ayesha Basharat por robo y fraude y la sentenció a dos penas de cárcel por cinco meses cada una.
Andrew Snowdon, investigador del Departamento de Investigación Criminal de Birmingham, declaró que la actuación de la enfermera “fue un abuso de confianza abominable y angustioso para la familia de la víctima”.
Tenían que aceptar la muerte de un ser querido por COVID-19 cuando descubrieron que faltaba la tarjeta bancaria, y luego, por supuesto, se dieron cuenta de que la tarjeta se la había llevado alguien que debería haber estado cuidando de ella”, lamentó.