Este pasado miércoles, un atentado terrorista en la celebración del aniversario luctuoso del comandante iraní Qassem Soleimani, le quitó la vida a 84 personas. Se sospechaba que esto fue un ataque israelí pero el Estado Islámico reclamó la autoridad del atentado.
Fue por medio de Telegram, donde el Estado Islámico aseguró que dos de sus miembros estaban entre las personas que estaban en el evento publicó e hicieron detonar sus cinturones con explosivos, donde murieron 84 personas y hubo 200 heridos.
“El atacante suicida en el primer incidente era un hombre que quedó completamente desmembrado como resultado de la explosión y la identificación del atacante suicida está bajo investigación”, declaró una fuente a IRNA.
Después del ataque, las autoridades de Irán rápidamente culpando a los Estados Unidos y a Israel por estas acciones.
“Washington dice que Estados Unidos e Israel no tuvieron nada que ver con el atentado terrorista en Kermán, Irán. ¿De verdad? (...) No se equivoquen. La responsabilidad de este crimen recae en los regímenes estadounidense y sionista, y el terrorismo es sólo una herramienta”, declaró Mohammad Jamshidi, asesor del presidente iraní Ebrahim Raisi.
Qassem Soleimani fue un militar iraní que básicamente era el segundo hombre más poderoso del país y uno de los más férreos rivales del Estado Islámico. Soleimani murió por un ataque con drones de precisión por parte de Estados Unidos, por órdenes del presidente Trump.