Miles de personas se manifestaron el sábado en Valencia, en el este de España, en protesta por la respuesta de las autoridades regionales ante las graves inundaciones.
Durante la protesta, los manifestantes llenaron el centro de Valencia, exigiendo la dimisión del presidente del gobierno regional, Carlos Mazón, y coreando “¡Asesinos!”.
Los residentes de las zonas afectadas culpan a Mazón por emitir una alerta demasiado tarde, a las 20:00 horas del 29 de octubre, cuando el agua ya había alcanzado varias ciudades y pueblos cercanos.
Aproximadamente 80 personas siguen desaparecidas en lo que se considera el desastre de inundaciones más mortal en Europa desde que las inundaciones en Portugal en 1967 causaron alrededor de 500 muertos.