Miles de trabajadores del sector textil de Bangladesh se manifestaron para demandar una mejora salarial y protestar contra la represión policial que sufrieron en los últimos días, en medio de una ola de violencia que atraviesa el país asiático por el pulso político entre el Gobierno y la oposición.
La policía cifró en unos 5.000 el número de trabajadores que abandonaron esta mañana las fábricas ubicadas en el área industrial de Mirpur, en Dacca, paralizando temporalmente su actividad.
Esas factorías trabajan para algunas de las marcas más conocidas y exitosas en el todo el mundo, como Zara, H&M y GAP. La medida se produce mientras los disturbios que estallaron en la última semana de octubre dejaron al menos 11 muertos y amenazan con escalar día tras día.
“Tenemos casi 235 fábricas aquí en Mirpur. Los trabajadores de la mayoría de las fábricas salieron y se manifestaron pero no hubo un nivel extremo de violencia”, dijo a EFE el subcomisario adicional de la Policía Metropolitana de Dacca, Masuk Mia.
No obstante, el presidente del Grupo Epyllion, Reazuddin Al Mamoon, que encabeza uno de los mayores grupos textiles de Bangladesh con más de 24.000 empleados, afirmó que mantuvieron cerradas todas sus fábricas en la zona por precaución, después de que algunos de sus trabajadores sufrieran ayer ataques durante otras protestas.
Los empleados del sector textil de Bangladesh comenzaron la semana pasada sus protestas exigiendo una mejora salarial, y aunque mayoritariamente pacíficas, se tornaron violentas el lunes, cuando se saldaron con dos trabajadores muertos tras enfrentamientos con la Policía.
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