Un hombre fue arrestado tras presuntamente agredir a varios asistentes de vuelo de la aerolínea Frontier Airlines, durante un vuelo entre Santa Ana y San Francisco, en un violento episodio en el que gritó repetidamente que el avión "b", según informaron fiscales federales.
Charles Angel Salva, de 30 años, es acusado de desatar el caos poco después de que el avión despegara, intentando arrancar la mascarilla de oxígeno del compartimento superior mientras la señal del cinturón de seguridad aún estaba encendida, informó el New York Post.
De acuerdo con la denuncia presentada en un tribunal federal, Salva empezó a proferir obscenidades, gritando: "Todos vamos al infierno" y "Este avión se va a caer".
El incidente escaló rápidamente cuando Salva comenzó a agredir a otros pasajeros y corrió hacia la parte trasera del avión. En su intento por controlarlo, los asistentes de vuelo sufrieron ataques físicos: Salva estranguló a uno de los tripulantes, dejándole marcas visibles en el cuello, y pateó a otro aproximadamente seis veces en la pierna, según los documentos judiciales.
Durante el caos, Salva también gritó que iba a matar a todos los pasajeros. Incluso logró liberarse de las esposas de seguridad que le colocaron y finalmente tuvo que ser sujetado con un cinturón de seguridad.
Desvían el vuelo
Debido a la gravedad del incidente, el vuelo fue desviado al Aeropuerto Internacional de Ontario, donde las autoridades lo escoltaron fuera del avión en una camilla. Salva declaró posteriormente a los oficiales que había consumido éxtasis antes de abordar el vuelo.
El acusado, que acababa de pasar el fin de semana en Disneyland con su hija de tres años, afirmó durante su interrogatorio que creía que las personas a bordo intentaban hacerle confesar crímenes relacionados con abuso infantil, alegando ser un "abusador de menores".
Salva ha sido acusado formalmente de interferir con la tripulación y el personal de vuelo, cargos que podrían resultar en una condena de hasta 20 años de prisión federal si es hallado culpable.