Irán respondió con fuerza al reciente ataque de Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares lanzando seis misiles balísticos contra la base aérea estadounidense Al Udeid, ubicada en Qatar. Esta acción fue anunciada por la televisión estatal iraní como una respuesta contundente a lo que calificó de agresión estadounidense.
El ataque coincidió con la decisión del gobierno de Qatar de cerrar temporalmente su espacio aéreo, una medida preventiva adoptada por el ministerio de Exteriores "para garantizar la seguridad de ciudadanos, residentes y visitantes". Pocos minutos después, se escucharon explosiones en Doha, lo que confirmó la magnitud del incidente.
La base de Al Udeid, con más de 10 000 militares estadounidenses y británicos, es un estratégico centro de operaciones del Comando Central (CENTCOM). Según un diplomático occidental, existía una amenaza "creíble" relacionada con el disparo de misiles iraníes antes de cerrar el espacio aéreo.
Residentes en Doha vieron proyectiles iluminando el cielo nocturno y oyeron fuertes detonaciones, lo cual generó alarma tanto en civiles como en personal militar. Varias embajadas, incluidas la estadounidense y la británica, emitieron recomendación de "mantenerse bajo resguardo" .
Este ataque forma parte de la operación bautizada "Tidings of Victory" por Irán, que incluye también ataques contra bases estadounidenses en Irak. Todo ello ocurre en el contexto de una creciente escalada militar en Oriente Medio, originada por los recientes bombardeos occidentales a las instalaciones nucleares iraníes, llamados "Midnight Hammer".
Aunque multinacionales y gobiernos tratan de evitar un conflicto de mayores proporciones, este intercambio de misiles abre la posibilidad de una confrontación regional más amplia. Qatar, aliado de EE.UU. pero diplomáticamente cercano a Irán, se ha convertido en punto clave de tensión tras cerrar su espacio aéreo y reforzar vigilancia aérea.
En este escenario, la comunidad internacional ha exigido moderación y diálogo. Sin embargo, Irán reafirma su derecho de defensa tras los ataques nucleares, consolidando así su postura de represalia directa