Un hombre de California, residente de una mansión al borde de un acantilado, se niega a mudarse a pesar de las advertencias de expertos que indican que su casa de $16 millones de dólares y otras podrían deslizarse hacia el océano durante futuras tormentas.
Varias viviendas millonarias en el sur de California se encuentran al borde de un acantilado, declaradas seguras a pesar de un deslizamiento de tierra que afectó la estructura, dice el Daily Mail.
Las tormentas históricas que azotaron el estado a principios de este mes provocaron un deslizamiento que puso en peligro tres mansiones en Dana Point, con la caída de una gran porción de acantilado al pie de la casa más cara, valorada en $15.9 millones y propiedad del radiólogo local Lewis Bruggeman.
Aunque algunos expertos señalan que se necesitará un trabajo importante para estabilizar estas propiedades ante futuras tormentas, Bruggeman y las autoridades locales aseguran que su casa no está amenazada y no se le ha marcado como inhabitable.
¿Las casas son seguras?
A pesar de las condiciones climáticas adversas que han afectado a California en febrero, con inundaciones, deslizamientos de lodo y advertencias de tormentas, los funcionarios afirman que las propiedades en el acantilado de Dana Point son seguras para habitar. Sin embargo, expertos como Kyle Tourjé de Alpha Structural expresan su preocupación por el daño continuo a estas viviendas ante condiciones climáticas extremas.
La residencia de Bruggeman es una de las tres casas en el acantilado, todas ubicadas junto al Ocean Institute, una atracción turística popular. A pesar de que la casa de $12.8 millones propiedad del contratista Guy Yocom se mantuvo en su lugar después del deslizamiento, otras propiedades, incluida la de la productora Marketta Karsikko-Gassel, enfrentan terrenos inestables.
Este incidente en Dana Point es solo el último de una serie de eventos que han afectado el sur de California en las últimas semanas, incluyendo deslizamientos de tierra y cierres de senderos en áreas costeras. Con pronósticos de más lluvia, los residentes de estas zonas podrían seguir enfrentando desafíos para mantener la estabilidad de sus propiedades.