El buque militar iraní Jark, uno de los más grandes de la Armada persa, se hundió debido a un incendio que no pudo ser controlado frente al puerto de Jask, en el golfo de Omán y próximo al estratégico estrecho de Ormuz.
Unas 400 personas se encontraban a bordo en el momento del incendio, incluido personal de entrenamiento y la tripulación, que fueron rescatadas con remolques y en helicóptero sin que se lamentaran víctimas mortales, según la Armada iraní.
El portavoz del Distrito Naval 1 del Ejército, Behzad Yahanian, informó de que una veintena de personas resultaron heridas y algunas tuvieron que ser hospitalizadas, pero se encuentran en buen estado.
El fuego comenzó la víspera en la sala de máquinas y los esfuerzos para extinguirlo se prologaron durante 20 horas sin éxito, indicó Yahanian, citado por la agencia oficial IRNA.
Jark, un buque logístico de 30,000 toneladas, se usaba tanto como plataforma de apoyo como de entrenamiento de nuevas fuerzas y había zarpado hacia aguas internacionales hace unos días para una misión de adiestramiento.
Es considerado el segundo buque logístico más grande de Irán después del Makran, que también fue fabricado en el país persa y cuenta con una plataforma para transportar hasta siete helicópteros.
El comunicado del Ejército iraní no precisó la causa del incendio ni hizo referencia a un posible sabotaje o a un accidente durante las maniobras, como ya ocurrió en el pasado.
En los últimos meses, varios barcos iraníes han sufrido daños en incidentes sospechosos que las autoridades han denunciado como posibles sabotajes de Israel, que por su parte ha acusado a Irán de otros casos similares.
El pasado abril, el carguero Saviz, cuya misión era dar apoyo técnico y de aprovisionamiento a los comandos iraníes en el mar Rojo, fue blanco de una explosión que, según algunos medios semioficiales, fue causada por una mina lapa.
Por otro lado, en mayo de 2020, 19 efectivos de la Marina iraní murieron y 15 resultaron heridos al ser su embarcación alcanzada por un misil durante un ejercicio naval en aguas del puerto de Jask.
Al margen de la guerra encubierta entre Irán e Israel y de los incidentes durante las maniobras, la zona del estrecho de Ormuz ha sido escenario de una escalada de la tensión en los últimos años.
En esa angosta vía fluvial entre Omán e Irán, por la que cruza aproximadamente una quinta parte del petróleo mundial, se han registrado diversos actos de sabotaje contra petroleros y cargueros.