Este domingo 3 de enero, se registró un tiroteo en una iglesia del noreste de Texas, Estados Unidos, con un saldo de al menos un muerto y varios heridos, informó el gobernador del estado, Greg Abbott.
El tiroteo ocurrió en la Iglesia Metodista Starville, en el este del estado de Texas, de acuerdo con el gobernador, Greg Abbott, la persona que perdió la vida es el pastor de la iglesia, cuya identidad no fue revelada y expuso que un sospechoso del ataque fue detenido.
“Nuestros corazones están con las víctimas y las familias de quienes han muerto o han resultado heridos en esta terrible tragedia. Gracias a las fuerzas de seguridad que han detenido al sospechoso”.
Greg Abbott. Gobernador de Texas
El autor del tiroteo en la iglesia estuvo implicado en otro incidente la noche previa
Las autoridades de Texas señalaron que el hombre que disparó ya había estado involucrado en un incidente con armas y disparos una noche previa.
Además, informaron que el hombre se escondió en la iglesia después de una persecución iniciada el sábado pero los policías le perdieron la pista al sujeto luego que chocara el auto en un patio cerca de la iglesia.
La cadena local KLTV, afiliada a la ABC, indicó que el pastor de la iglesia al ver a un hombre escondido en un baño, sacó su arma, pero el hombre se lanzó sobre él, le quitó el arma y lo mató.
Asimismo, la cadena KLTV sostuvo que tras una persecución en automóviles a toda velocidad, el hombre fue herido de un tiro y arrestado.
El sujeto también hirió a una persona y una mujer resultó herida tras una caída, según datos preliminares.
Abbott dijo que el gobierno de Texas "se asegurará de que se haga justicia y que la comunidad de Starrville tenga los recursos necesarios en este momento".
Por el momento, la policía no ha ofrecido más detalles sobre el autor del tiroteo, así como de número de heridos, ni del fallecido.
En Texas ya se han presentado otros tiroteos en los últimos años. Tal como el del 5 de noviembre de 2017, cuando hubo un tiroteo en una iglesia baptistas en Sutherland Springs que dejó 26 personas muertas y 20 heridas; convirtiéndose en el peor tiroteo masivo en la historia de Texas. El atacante, Devin Patrick Kelley, fue encontrado muerto más tarde.