El problema grave llegó cuando llevaba unos cuantos días medicándose: al cabo de una semana, la pequeña empeoró muchísimo. La llevaron de nuevo a su médico de cabecera y, según la madre, Anastacia Gencarelli, sin ni siquiera examinarla, le recetó más antibiótico, según publica Babyology.
Al cabo de otra semana, cuando ya hacía quince días que había empezado el primer tratamiento, Mia seguía muy mal y sus padres decidieron llevarla a urgencias. Cuando llegaron, los médicos que la atendieron, enseguida vieron que tenía algún problema muy grave y que no se trataba de un simple resfriado.
Todo ello pasó durante el mes de octubre. Finalmente, la madre de la niña, Anastacia, ha decidido explicar el caso en su cuenta de Facebook para alertar a otras madres del riesgo que puede suponer beber demasiada leche.