Valeria Barth Gómez fue sepultada viva cuando el edificio en el que vacacionaba con su familia en Miami, Florida, se desplomó. Junto a ella 96 personas más murieron.
Más de cinco meses han pasado desde el desplome de aquella noche del miércoles 23 de junio y aún siguen surgiendo detalles no antes conocidos.
Información dada a conocer por la periodista Wendy Rhodes del medio estadounidense Usa Today, contradice la versión de las autoridades y Valeria es pieza clave en todo esto.
Valeria tenía 14 años, había viajado a Miami desde Colombia junto a sus padres para, entre otras cosas, vacunarse contra la covid-19.
Cuando sucedió el desplome, Valeria se encontraba en el segundo piso del edificio, donde quedó sepultada entre los escombros.
Veinte días después del colapso, el cuerpo sin vida de la joven colombiana fue sacado sin vida.
Lo que las autoridades intentaron ocultar fue que los rescatistas habían tenido contacto con ella y que estuvieron cerca de rescatarla, pero un repentino suceso se los impidió.
La negación de las autoridades
Tras el desplome, las autoridades negaron haber tenido contacto con alguno de los sobrevivientes del desplome.
Ray Jadallah, el asistente en jefe de Bomberos, insistió en que los equipos de rescate no habían oído voces entre los escombros.
Sin embargo, las sospechas de lo contrario comenzaron cuando Alan Cominsky, jefe de Bomberos de Miami-Dade, dijo que los rescatistas no solo habían escuchado voces, sino que hablaron con una sobreviviente.
Alan Cominsky detalló que se trató de una voz femenina que escucharon por horas, pero que luego se detuvo. Muy posiblemente Valeria.
Fue entonces cuando Wendy Rhodes comenzó a investigar sobre esta contradicción, enfrentándose a las autoridades que se negaban a corregir su versión.
Testigos consultados por la periodista de Usa Today señalan que los rescatistas si tuvieron contacto con al menos una sobreviviente, hablaron con ella por horas y hasta les dijo su nombre: Valeria.
Los rescatistas hablaron con Valeria
La noche del 23 de junio de 2021, cuando se cayó el edificio, los rescatistas acudieron a la zona del derrumbe.
En el garaje, hasta donde cayó el dormitorio de Valeria, los rescatistas escucharon su voz, hablaron con ella, les dijo su nombre e intentaron rescatarla, pero no lo consiguieron.
Por horas trabajaron para abrirse paso entre los escombros, ante el riesgo de un nuevo desplome o de electrocutarse por los cortes de electricidad.
Sin embargo, un incendio interrumpió las labores de rescate y cuando consiguieron controlarlo para seguir con las maniobras ya era muy tarde.
Valeria había muerto y los rescatistas sólo lograron sacar su cuerpo sin vida.
“Me intentaron callar”
Wendy Rhodes aseguró que las autoridades intentaron callarla cuando comenzó a cuestionar la versión oficial.
“Los funcionarios negaron repetidamente que los rescatistas hubieran escuchado a una víctima viva entre los escombros. Pero no les creí”, escribió en su cuenta de Twitter.
Y agregó: “Pasé meses solicitando información sobre el intento de rescate y la identidad de la víctima. Los oficiales me callaron”,
Para revelar la contradicción de las autoridades, Wendy Rhodes hablo con testigos, rescatistas y demás fuentes que decidieron hablar de forma extraoficial.
También, dijo, consultó ingenieros, expertos en rescate a la vez que estudió los documentos, fotos y videos del desplome.
Ahora la duda en torno al desplome del edificio de Miami es: ¿cuántas sobrevivientes fueron contactadas y no pudieron ser rescatados?
