Los venezolanos se despertaron el viernes con un gran apagón en la capital, Caracas, que afectaba también a varios estados.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro achacó del apagón, que según señaló comenzó alrededor de las 4:50 de la madrugada, a un "sabotaje eléctrico".
El ministro de Comunicaciones, Freddy Náñez, dijo que los operarios trabajaban para restablecer el suministro eléctrico. Nadie "le robará la paz a los venezolanos y las venezolanas", dijo en un mensaje en video difundido por redes sociales.
Culpan a oponentes de Maduro
Náñez informó en un mensaje de voz en Telegram que los 24 estados de Venezuela se habían visto afectados al menos parcialmente. Calificó la interrupción como un intento "desesperado" de los oponentes de Maduro de derrocar violentamente al presidente.
En 2019, durante un periodo de agitación política, Venezuela sufrió cortes regulares de energía de los que el gobierno culpó casi siempre a sus opositores. Los expertos en energía apuntan que eran el resultado de incendios que dañaban el tendido eléctrico y de un mantenimiento deficiente de la infraestructura eléctrica.
Ciudadanos incomunicados
Los residentes en la capital se tomaban con calma el corte de suministro del viernes. El tráfico durante la hora punta matinal, normalmente muy concurrida, era más fluido de lo habitual y algunos se quejaban por no poder comunicarse con sus familiares debido a la falta de servicio de la telefonía móvil.
Alejandra Martínez, una vendedora de 25 años, dijo que notó que se fue la luz cuando un ventilador dejó de funcionar.
Cuando no sentí el airecito del ventilador. Eso fue el inicio de saber que ya no había luz, pero yo pensé que iba volver", indicó. "Seguí dormida y cuando me desperté la alarma, me di cuenta que ya no".
La red eléctrica de Venezuela depende en gran medida de la presa Guri, una gigantesca central hidroeléctrica inaugurada a finales de la década de 1960. El sistema eléctrico se ha visto afectado por un mantenimiento deficiente, la falta de suministros de energía alternativa y una fuga de talento en ingeniería, ya que se estima que 8 millones de venezolanos han huido de la miseria económica en los últimos años.