OCHOPEE, Florida (25 de julio de 2025) – El gobernador Ron DeSantis anunció que comenzaron los vuelos de deportación desde el centro de detención migratoria denominado "Alligator Alcatraz", ubicado en los Everglades, y afirmó que la frecuencia de los envíos aumentará próximamente.
Hasta ahora, dos o tres vuelos operados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han sido utilizados para deportar a cerca de 100 personas directamente fuera de Estados Unidos, mientras que cientos más han sido trasladados a otras instalaciones federales en territorio estadounidense.
DeSantis calificó las operaciones como parte de una política agresiva para apoyar la postura del gobierno federal en la lucha contra la inmigración irregular. "Lo que hemos logrado aquí es notable... estás viendo ya varios vuelos en los últimos días", dijo durante una conferencia de prensa celebrada en el lugar. También anticipó que los números aumentarán dramáticamente en las próximas semanas.
El centro, construido en apenas ocho días sobre un antiguo aeropuerto en la Reserva Nacional Big Cypress, alberga actualmente unos 2 000 detenidos, con capacidad para expandirse a 4 000 o hasta 5 000 personas. Se definió así en referencia a su entorno pantanoso rodeado de caimanes y pitones y a la mítica prisión de Alcatraz.
Organizaciones de derechos humanos y grupos ambientalistas han denunciado condiciones "inhumanas y crueles", con hacinamiento, falta de atención médica adecuada, alimentos en mal estado e infraestructura deficiente, además de preocupaciones ecológicas por su ubicación en una zona protegida de los Everglades.
El director de la División de Manejo de Emergencias de Florida, Kevin Guthrie, defendió las condiciones y afirmó que el centro cuenta con capacidad médica y planes de contingencia ante la temporada de huracanes. Se estudia además permitir que abogados de la Guardia Nacional actúen como jueces migratorios en el sitio, acelerando los procesos de deportación.
Aunque DeSantis y autoridades estatales defienden el proyecto como una solución logística eficiente, el centro ha generado controversia por su rápida construcción bajo poderes de emergencia y por la ausencia de revisiones ambientales o consultas públicas con comunidades indígenas.
Con este inicio de operaciones en "Alligator Alcatraz", Florida refuerza su colaboración con el gobierno de Donald Trump para implementar métodos más expeditos en deportaciones, mientras el debate nacional sobre derechos humanos, soberanía estatal y control migratorio se intensifica.