Ante las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre implementar deportaciones masivas al asumir el poder, el estado de Chihuahua se prepara para enfrentar una posible crisis migratoria.
El alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, advirtió que tanto el gobierno estatal como el federal ya coordinan acciones para atender el inminente retorno masivo de migrantes a México.
Entre las medidas contempladas, Pérez Cuéllar indicó que se podrían instalar carpas en puntos estratégicos de la ciudad para brindar refugio temporal. Además, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, planteó habilitar un estadio de béisbol como centro de atención en caso de una emergencia mayor.
La magnitud del posible éxodo sigue siendo incierta, pero se anticipa que los deportados podrían comenzar a llegar tan pronto como Trump asuma la presidencia el próximo 19 de enero, lo que podría poner a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades locales y nacionales.