Ciudad de México.– El Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer los modelos de boletas que se utilizarán en las históricas elecciones del Poder Judicial en 2025, en un esfuerzo por optimizar recursos, garantizar seguridad y facilitar la participación ciudadana.
Diseño y diferenciación por cargo
Las boletas estarán diseñadas para ser fácilmente identificables según el cargo en disputa. Los formatos varían en tamaño y color para garantizar claridad durante el proceso electoral:
Tamaño carta: Para ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Tamaño media carta: Para magistradas y magistrados de tribunales como el Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), la Sala Superior y las salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Colores distintivos:
Gris y morado: SCJN.
Amarillo y rojo: Juezas y jueces de distrito.
Mamey: Magistradas y magistrados de distrito.
Verde: Tribunal de Disciplina Judicial.
Naranja: Sala Superior del TEPJF.
Azul: Salas regionales del TEPJF.
Dinámica de votación y paridad de género
En cada boleta se asignará un número a cada candidato, acompañado de la inicial del Poder que lo propuso: Judicial, Legislativo o Ejecutivo. Los votantes deberán escribir los números correspondientes a cinco mujeres y cuatro hombres en un espacio designado, cumpliendo con el principio de paridad de género.
Producción y costos
El INE estima que se necesitarán 600 millones de boletas para el Proceso Electoral Extraordinario del Poder Judicial Federal (PEEPJF) 2024-2025, con una producción diaria de 8 millones de boletas durante 75 días. Para reducir costos, las boletas de tamaño media carta tendrán un costo 40% menor que las de tamaño carta.
Medidas de seguridad
Para prevenir falsificaciones, las boletas incluirán elementos de seguridad que serán revisados por los consejos distritales antes y durante la jornada electoral. En caso de necesitar impresiones adicionales sin suficiente papel de seguridad, se empleará papel bond reforzado con medidas impresas.
Este esfuerzo marca un paso significativo en la transformación democrática del Poder Judicial en México, al tiempo que plantea retos logísticos y económicos para el INE.