Este pasado 17 de junio se aplicó la llamada Ley Silla, con la cual, se obliga a los empleadores de varios sectores empresariales a proporcionar a sus empleados una silla con respaldo para permitir un descanso periódico a lo largo de su jornada laboral.
Esta ley busca salvaguardar la salud de los empleados que tienen que pasar largas jornadas de pie, un cambio que fue buscado por la sociedad civil durante años.
Las multas
Las multas por incumplimiento de la Ley Silla se calculan en Unidades de Medida y Actualización (UMA). Según reformas a la Ley Federal del Trabajo y criterios de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, las sanciones pueden ir desde 50 hasta 5,000 UMA.
Las autoridades laborales pueden tomar en cuenta el número de empleados perjudicados, la reincidencia, la actitud del empresario ante la corrección del incumplimiento y la gravedad del incumplimiento (es decir, si se trata de falta total de sillas, sillas en mal estado, o prohibición abierta de sentarse).
En casos graves o de reincidencia, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social o las autoridades estatales pueden ordenar la suspensión temporal de actividades, hasta que se cumpla con la disposición.