El martes 17 de junio, el presidente Donald Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvieron una llamada telefónica calificada como "muy buena" por ambos, luego de que Trump cancelara su reunión presencial en la cumbre del G-7 en Canadá debido a la crisis entre Irán e Israel.
Trump abandonó la cumbre para atender asuntos urgentes en Washington, lo que impidió el esperado cara a cara con Sheinbaum . A través de Truth Social y declaraciones oficiales, ambos coincidieron en que el diálogo fue productivo y constructivo.
Durante la llamada, Sheinbaum propuso un acuerdo general bilateral que abarque seguridad nacional, gestión migratoria y comercio, con inclusión de medidas concretas para proteger a los mexicanos que viven en EE.UU.
Este hecho es significativo en un contexto de tensiones recientes: las redadas migratorias en California y la reciente amenaza de aranceles por parte de EE.UU. habían complicado la relación bilateral. La llamada evidencia una apuesta por retomar la comunicación diplomática para estabilizar el vínculo entre ambos países.
El Gobierno mexicano valoró el acercamiento como parte de una estrategia de política exterior más activa, distinta de la de la administración anterior. En el marco del G-7, Sheinbaum también dialogó con líderes como Modi, Lula y Carney, lo que refuerza la posición de México en foros multilaterales.
El encuentro presencial quedó pospuesto, pero se reprogramará en breve. Mientras tanto, se espera que equipos técnicos de ambos gobiernos comiencen los trabajos para definir los puntos del acuerdo propuesto.
