El gobierno de Estados Unidos difundió una lista de los cárteles de la droga que serán designados oficialmente como organizaciones terroristas globales, en una medida que podría tener implicaciones significativas para la relación bilateral con México y la estrategia de seguridad en la región.
De acuerdo con una notificación del Registro Federal, el Departamento de Estado publicará mañana el anuncio oficial, en el que se señala que estos grupos representan una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses económicos de Estados Unidos. La designación permitiría a Washington ampliar su capacidad para sancionar a estos grupos, bloquear sus activos financieros y tomar medidas más agresivas en su contra.
Los cárteles incluidos en la lista
Según el aviso, seis cárteles del narcotráfico de origen mexicano han sido clasificados como organizaciones terroristas:
- Cártel de Sinaloa
- Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
- Cárteles Unidos
- Cártel del Noreste
- Cártel del Golfo
- La Nueva Familia Michoacana
Además de los grupos mexicanos, la designación incluiría al Tren de Aragua, una organización criminal originaria de Venezuela, y la Mara Salvatrucha (MS-13), con presencia en El Salvador y otros países de Centroamérica.
Trump y su estrategia de seguridad contra los cárteles
La medida se enmarca dentro de una política de seguridad más agresiva promovida por el presidente Donald Trump, quien tras asumir el cargo el pasado 20 de enero, emitió un decreto ordenando a funcionarios evaluar si grupos criminales transnacionales deberían ser considerados terroristas.
Cabe recordar que, durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había considerado esta designación para los cárteles mexicanos, pero finalmente archivó la iniciativa debido a preocupaciones diplomáticas con México. En esta ocasión, la Casa Blanca ha mostrado una postura más firme y ha reactivado la estrategia con el argumento de que estos grupos representan una amenaza directa para Estados Unidos, no solo por el tráfico de drogas, sino por su participación en actividades de violencia extrema, tráfico de armas y trata de personas.
Otro aspecto relevante es que Trump también ha explorado la posibilidad de invocar una ley de 1798 en tiempos de guerra, lo que permitiría la deportación de presuntos miembros de pandillas sin necesidad de audiencias judiciales, una acción que podría generar un fuerte debate sobre derechos humanos y debido proceso.
Implicaciones para México y la relación bilateral
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas podría aumentar la presión sobre el gobierno mexicano, ya que esta clasificación permite a Estados Unidos aplicar sanciones más severas, congelar activos financieros y autorizar operativos especiales, incluso sin el consentimiento de las autoridades mexicanas.
En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que su administración está dispuesta a colaborar con Estados Unidos en materia de seguridad, pero dejó en claro que esta cooperación no debe comprometer la soberanía nacional.
"Tenemos que trabajar en conjunto para garantizar la seguridad, pero siempre bajo el principio del respeto mutuo y sin vulnerar la soberanía de México", declaró Sheinbaum en una conferencia de prensa.
El gobierno mexicano ha expresado en múltiples ocasiones su rechazo a la intervención militar extranjera en su territorio, por lo que esta designación podría generar fricciones en la relación con Washington. Sin embargo, también abre la posibilidad de nuevas negociaciones para fortalecer la cooperación en seguridad, con medidas que vayan desde un mayor control del tráfico de armas hasta estrategias conjuntas para frenar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
Impacto en la estrategia de combate al crimen organizado
El anuncio de la designación como terroristas podría cambiar la dinámica de la lucha contra los cárteles en México y América Latina. Si bien la medida le da al gobierno de Estados Unidos más herramientas para combatir a estos grupos, también podría generar un aumento en la violencia, ya que los cárteles buscarían fortalecer su control territorial y financiero en respuesta a las nuevas sanciones.
Además, la inclusión del Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha en la lista sugiere que Washington está expandiendo su enfoque más allá de los cárteles mexicanos, al incluir organizaciones criminales con fuerte presencia en América Latina y conexiones con redes delictivas en Estados Unidos.
Reacciones y próximos pasos
Las reacciones ante la medida han sido variadas. Algunos sectores en Estados Unidos han celebrado la decisión como un paso necesario para combatir el narcotráfico y la violencia transnacional, mientras que analistas advierten sobre las posibles consecuencias diplomáticas y de seguridad que podría traer esta designación.
Por su parte, organismos de derechos humanos han expresado su preocupación sobre el posible abuso de la clasificación de "terroristas" para justificar políticas migratorias más severas y operativos militares que puedan poner en riesgo a comunidades vulnerables en México y Centroamérica.
En los próximos días, se espera que tanto el gobierno de Estados Unidos como el de México brinden más detalles sobre cómo se implementará esta medida y cuáles serán los siguientes pasos en la cooperación bilateral en materia de seguridad. Mientras tanto, la tensión en la región sigue en aumento, con un panorama incierto sobre el impacto real de esta designación en la lucha contra el crimen organizado.