Cristóbal, Antonio y Juan, conocidos como los "Niños Mártires de Tlaxcala", fueron canonizados por el Papa Francisco este pasado 15 de octubre de 2017, en una ceremonia precedida por el papa en la Basílica de San Pedro.
La ceremonia, que comenzó alrededor de las 10:00 horas, reunió a miles de fieles, entre ellos una numerosa delegación de peregrinos provenientes de México, donde además se canonizaron a 32 beatos de Brasil, España e Italia.
Educados por los franciscanos, estos jóvenes se dedicaron a promover la fe cristiana en sus comunidades, enfrentándose a prácticas religiosas tradicionales que incluían la adoración de ídolos.
Cristóbal fue asesinado por su propio padre en 1527, pues cuando este rechazo seguir con las prácticas religiosas autóctonas, por lo que fue golpeado y quemado vivo.
Posteriormente, Antonio y Juan fueron asesinados en 1529 por habitantes de sus aldeas, quienes se oponían a la destrucción de ídolos y a la predicación cristiana que los niños promovían.
Con esta canonización, el Papa Francisco habló en aquel entonces sobre la importancia de los mártires en la historia de la Iglesia Católica, destacando su papel como testigos de la fe en contextos de persecución y conflicto