La agrupación sinaloense Los Alegres del Barranco ha vuelto al centro de la controversia tras interpretar nuevamente el narcocorrido "El Dueño del Palenque" durante su presentación en la Feria de la Piña, celebrada en Villa Purificación, Jalisco. Este tema, presuntamente dedicado a Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha sido objeto de críticas por su contenido que podría considerarse como apología del delito.
A pesar de las prohibiciones impuestas por las autoridades estatales, la banda decidió incluir esta canción en su repertorio, desafiando las medidas que buscan evitar la glorificación de figuras del narcotráfico en eventos públicos. La Fiscalía de Jalisco ya había iniciado una investigación contra el grupo por este motivo, y la reciente actuación podría agravar su situación legal.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha reiterado su postura de vetar a artistas que promuevan la criminalidad, señalando que no se permitirá su participación en eventos organizados por la administración estatal. Además, la polémica ha trascendido las fronteras mexicanas, ya que el gobierno de Estados Unidos revocó las visas de turismo y trabajo de los integrantes de la banda, argumentando que no permitirán la entrada a quienes ensalzan a criminales y terroristas .
Este caso ha reavivado el debate sobre la censura y la libertad de expresión en la música regional mexicana. Mientras algunos artistas, como Grupo Firme y Luis R. Conríquez, han optado por dejar de interpretar narcocorridos, otros, como Los Alegres del Barranco, continúan defendiendo su derecho a expresarse artísticamente, aunque ello implique enfrentar consecuencias legales y sociales.
La situación plantea interrogantes sobre los límites entre la expresión cultural y la promoción de la violencia, en un país que lucha por erradicar la influencia del narcotráfico en diversos ámbitos de la sociedad.