Entre 2020 y 2024, bajo la administración de Manuel Bartlett al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se otorgaron contratos por más de 6 mil millones de pesos para la compra de carbón.
Estos contratos, adjudicados por asignación directa, generaron controversia al estar vinculados con empresas ligadas a Antonio "Tony" Flores Guerra, diputado local de la Cuarta Transformación en Coahuila.
El legislador, apodado el "Rey del Carbón", ha estado en el centro del debate, no solo por los contratos millonarios, sino también por su lujoso estilo de vida.
Recientemente, fue visto recorriendo las calles de Múzquiz en un Lamborghini color guinda, con un valor estimado en más de 7.5 millones de pesos, coincidiendo con el color representativo de Morena, su partido.
Los contratos millonarios que CFE le otorgó a Tony Flores
Sus publicaciones ha generado críticas y señalamientos en medio de las investigaciones sobre su relación con las empresas favorecidas por la CFE.
Según un listado proporcionado por fuentes internas de la CFE, las operaciones de compra de carbón se llevaron a cabo a través de al menos nueve empresas en los años 2020, 2021, 2022 y 2024, coincidiendo con el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Flores Guerra y sus familiares han sido vinculados a otras compañías proveedoras de carbón, como Coal de Sabinas, Consorcio Oasis Minería y Transporte, Minera El Retoño, Minera Flores de Carbonífera, Minerales Amarani, Cía Yepal, y Grupo Industrial Guerra y Asociados. Estas empresas también habrían participado en la red de contratos asignados por la CFE.
¿Sheinbaum investigará a Tony Flores?
El miércoles, Sheinbaum fue enfática al señalar que cualquier persona que ocupe un cargo público no debería mantener contratos con el Gobierno, haciendo referencia a Flores Guerra. Esta declaración fue emitida en respuesta a las preguntas sobre el legislador y su lujoso vehículo.
El diputado, quien ha justificado su riqueza alegando que es fruto de su "esfuerzo empresarial", enfrenta ahora la presión de las autoridades, particularmente de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Flores Guerra, por su parte, ha rechazado las acusaciones. "No participo en ninguna empresa que tiene contratos con el sector público. Todos mis bienes, incluido el vehículo en cuestión, son fruto de ese esfuerzo empresarial", afirmó en su defensa.
Este escándalo ha puesto en entredicho la transparencia de los contratos asignados por la CFE y ha arrojado dudas sobre la relación entre empresarios y funcionarios dentro del marco de la Cuarta Transformación.
Mientras las investigaciones continúan, el caso de Tony Flores Guerra ha captado la atención pública por la mezcla de negocios oscuros y un estilo de vida que contrasta con los principios de austeridad promovidos por el movimiento de la 4T.