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Qué significado tienen los amuletos que Ovidio Guzmán llevaba en su primera detención

En su primera detención, Ovidio Guzmán llevaba un escapulario con la imagen del Santo Niño de Atocha.

Por Staff / La Voz - 05 enero, 2023 - 03:41 p.m.
Qué significado tienen los amuletos que Ovidio Guzmán llevaba en su primera detención

CULIACÁN, Sinaloa.- Durante la primera detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en octubre de 2019, circuló una foto del joven vestido de manera simple y unos amuletos colgados en su cuello. 

De acuerdo con el diario Cambio, Ovidio, uno de los operadores del Cártel de Sinaloa, se autodescribe como un hombre sencillo que no está interesado en ningún tipo de lujos ni autos deportivos, pero le gustan los caballos y gallos finos. 

Lo que llamó la atención en esa ocasión fue que entre los colguijes que llevaba se encontraba un escapulario bordado con la imagen del Santo Niño de Atocha, al cual se le conoce por interceder por las personas reclusas, no solo en la cultura popular sino en la “narcocultura”. 

Santo Niño de Atocha: Sus orígenes

El Santo Niño de Atocha tiene sus orígenes en el siglo XIII cuando, según la leyenda, la imagen conocida ahora como Nuestra Señora de Atocha cargaba con un niño Jesús que desaparecía por las noches para llevar alimento a cristianos que habían sido prisioneros por los musulmanes del al-Ándalus.

La tradición mexicana cuenta que su culto se instauró en el País durante el siglo VXIII en la población de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, donde también el Santo Niño de Atocha fue conocido por ser intercesor de las personas en reclusión. 

Los milagros del Santo Niño de Atocha

El primer milagro que se le atribuye a este santo es el de la liberación de una mujer en 1829. La leyenda cuenta que la mujer, de malas costumbres, estaba recluida en Durango, pero tras encomendarse al niño, este se apareció como un joven de nombre Manuel Atocha y ayudó a su emancipación.  

Santo Niño de Atocha en la literatura

En la literatura, en la novela escrita en 1969 por Elena Poniatowska, Hasta no verte Jesús mío, se cuenta una historia similar a esta: 

Y entonces ella empujó la puerta y lo va mirando en el nicho con su canastita. Va viendo que tenía la misma cara de un abogado que la había defendido”, dice en el texto.

Por otra parte, en el libro Narco-cults, de Tony M. Kail, publicado en 2015, se realiza una revisión no oficial de los santos y dioses populares entre los narcotraficantes. En esta lista se encuentra el Santo Niño de Atocha como protector durante viajes y para eludir la cárcel. 

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