Los padres de Ana Lucía, una menor de tres años con leucemia linfoblástica aguda, denunciaron que en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del Issste, le suministraron fármacos “de mala calidad” que le causaron un choque anafiláctico y nulas opciones para costear un tratamiento que no hay en México y que supera 950 mil pesos.
Rosalba Contreras explicó que el pasado 25 de junio a su hija, como a otras dos menores del área de hematología, les inyectaron L-asparaginasa, que sirve para mejorar la recuperación en el tratamiento contra la leucemia.
Pero sucedió lo contrario, comentó, pues apenas comenzó el tratamiento, la niña presentó tos y enrojecimiento en la cara. “Salí corriendo a buscar a una enfermera y le dije que a Ana le estaban poniendo ese medicamento, la enfermera me dijo que era una reacción alérgica y le gritó al doctor”.
Cuando entraron al cuarto, “Ana Lucía estaba hinchada de todo el cuerpo, principalmente de la cara, no se le veía el cuello. Empezó a decirme: ‘¡Mami tengo náuseas, no puedo respirar!’ Los doctores la medicaron para evitar un infarto”.
Las autoridades del Issste recomendaron comprar Oncaspar, cuya dosis cuesta 35 mil pesos. Rosalba Contreras y Walter Rupprecht, padres de Ana Lucía, vendieron su auto y pidieron prestado.
Sin embargo, la niña tuvo otra reacción alérgica y los hematólogos determinaron que lo único que queda era adquirir el Erwinase, mismo que no se vende en México. Cada caja, con cinco dosis, cuesta 190 mil pesos y la menor requiere de 19.
“El personal del hospital me comentó que hubo otros dos casos, y que se debió al lote de la medicina que ya retiraron”, comentó.