Según la doctora Lacalle, la persona que intenta suicidarse sabe, en el fondo, que lo que está intentando hacer es aliviar su sufrimiento, ese malestar que está viviendo: al no poder continuar adelante con esa situación adversa, hace una interpretación errónea de la situación, y la única salida que ve es quitarse la vida.
Para la especialista, la pérdida de un ser querido por la pandemia del COVID-19 desencadenará lo que los expertos diagnostican como un "duelo patológico", pero no una depresión, y aunque hay síntomas como la tristeza, el aislamiento social y trastornos del sueño en el duelo son parecidos a los de una depresión.
De acuerdo con Lacalle, el fallecimiento de seres queridos por el coronsavirus desencadenará duelos aún más complicados de sobrellevar por la falta de una despedida tradicional: no poder despedirnos de la persona, no ver el féretro o no haber podido realizar rituales religiosos o funerarios genera en el familiar lo que los psicólogos consideran "duelos complicados".