Exceso de sal, factor de riesgo para la hipertensión; exceso de azúcares, factor de riesgo para la diabetes, y exceso de grasas, factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Y desde luego exceso de calorías: la medida de energía que tienen los alimentos”, explicó el subsecretario.
Asimismo, López-Gatell apuntó que hay más oferta de productos industrializados con muy pobre valor nutricional en el país, lo cual lleva a una mala alimentación en la mayoría de la población. Y eso no es sólo decisión de las personas, dijo.
Lo que comemos no sólo depende de lo que nosotros decidamos comer, sino de lo que está disponible. En México existe una excesiva oferta de estos productos industrializados, y bebidas con altas concentraciones de azúcar. Y es lo que está más disponible, incluso en precio. Conseguir un alimento saludable es más difícil que conseguir uno de estos productos de baja calidad. Y esto es el motor principal de la epidemia que hoy está teniendo un impacto importantísimo en cómo se vive en México la COVID-19?, puntualizó López-Gatell.