En su edición de agosto, la Revista del Consumidor informa sobre el proceso de creación y las características de las sopas instantáneas, las cuales contienen ingredientes que en exceso dañan al organismo y contiene muy poco aporte nutrimental.
Las sopas instantáneas (como Maruchan o Nissin) están hechas, por lo regular, de cinco ingredientes:
- Hidratos de carbono, que provienen de cereales.
- Aporte energético desde las 29 a las 230 calorías por cada 100 gramos de producto.
- Glutamato monosódico (GMS). Es un concentrado de plantas (betabel o caña de azúcar) que sirve para potenciar el sabor y causar adicción, lo que puede provocar que comamos más de lo que debamos y engordemos, advirtió la nutrióloga clínica del servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, Marta Crespo, en entrevista con El País.
- Sodio. Este mineral es necesario para el organismo, pero en cantidades pequeñas; puede encontrarse en la sal y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de 5 gramos diarios. De abusar el consumo de sodio, se puede desarrollar tensión arterial y enfermedades cardiovasculares.
La Profeco señaló que comparó este producto con tacos de frijoles, sandwich de jamón y una lata de atún, que coinciden en su bajo precio, y comprobó que cualquiera de estos tres aporta más contenido energético que la sopa.
La publicación señala que “los detractores del GMS” aseguran que su consumo puede provocar dolor de cabeza, debilidad o taquicardias, sofocación, dificultad a respirar; sin embargo, la Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) y el Comité de Expertos FAO-OMS no han encontrado evidencia de estos males, pero tampoco de que beneficien a la salud.
La Profeco concluye que estas sopas “no te nutren y el sabor que aportan no es a base de vegetales o carne, sino una serie de saborizantes artificiales que no son buenos para tu organismo.
Si quieres saber más sobre por qué no consumir estas sopas, consulta la edición de agosto de la Revista del Consumidor.