El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de mil elementos adicionales de la Guardia Nacional y 700 marines en Los Ángeles, en respuesta a las protestas desencadenadas por las redadas migratorias del ICE durante el fin de semana del 6 y 7 de junio 2025.
Con esta adición, la presencia militar federal en la ciudad supera 4,000 efectivos de Guardia Nacional y 700 marines activos, desplegados para proteger instalaciones federales y contener protestas que incluyeron actos de violencia y bloqueo de calles .
El secretario de Defensa Pete Hegseth anunció que las tropas permanecerían hasta por 60 días o hasta restablecer la calma, aumentando la tensión en una ciudad que aún intenta contener el descontento popular .
El gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa Karen Bass criticaron la medida calificándola de ilegal e innecesaria, argumentando que viola la soberanía estatal y temen que se trate de una escalada "autoritaria" con fines políticos.
Las protestas, inicialmente pacíficas, derivaron en algunos actos violentos, incluyendo bloqueo de la autopista 101, quema de vehículos Waymo y enfrentamientos con gas lacrimógeno y balas de goma . Se registraron más de 56 detenidos durante el fin de semana y aproximadamente 72 arrestos según autoridades locales.
Mientras tanto, militantes, líderes sindicales y defensores civiles han calificado el operativo como una provocación política, señalando que el despliegue es una estrategia diseñada para alimentar el caos en vísperas de su posible candidatura en 2028.
La acción militar ha sido reflejada en un elevado costo económico: el Pentágono estimó el despliegue en 134 millones de dólares, financiados con partidas de operación y mantenimiento.
Este despliegue ha reactivado el debate sobre los límites del poder federal versus la soberanía estatal, el uso de fuerzas armadas en situaciones civiles y el respeto a los derechos de manifestación, extendiéndose su impacto más allá de California a ciudades como San Francisco, Dallas y Austin
