LA VOZ / INFONOR
Debido al cambio de semáforo epidemiológico a verde, en varios estados del país, alumnos de educación básica regresarán a las aulas para tomar clases presenciales. “La decisión además de considerar medidas para el cuidado de la salud y evitar contagios de COVID-19, debe garantizar que las escuelas cuenten con un correcto manejo emocional para niñas, niños y adolescentes”, destacó Edgar Garza Ancira, creador de la Fundación Dime y Juntos lo Hacemos.
Entre los estados que a partir del pasado 17 de mayo retomaron actividades presenciales, se encuentran Coahuila, Chiapas y Jalisco. En una segunda etapa lo harán Veracruz y Nayarit (a partir del 24 de mayo), así como Tamaulipas (el 31 de mayo). Autoridades han referido que será una prueba piloto, la cual se llevará a cabo del 31 de mayo al 18 de junio.
“Después de un largo periodo de confinamiento y meses de educación a distancia, se comprende que persista incertidumbre entre algunos docentes, estudiantes y padres de familia. Por ello, es muy importante que esta nueva realidad educativa contemple un adecuado manejo emocional para los menores de edad, que los asista en casos de presentar angustia, estrés o bullying”, manifestó Edgar Garza.
Recomendó que los docentes deben estar atentos a las emociones, estados de ánimo y conductas que presenten los alumnos, tales como ansiedad, irritabilidad, enojo, incomodidad e incluso actitudes agresivas hacia otros estudiantes, a efecto de hacer detecciones oportunas y brindar atención inmediata.
Comentó que el confinamiento propició casos de incremento de peso entre los menores de edad, situación que puede generar casos de bullying en los colegios.
La UNICEF refiere que el sobrepeso y la obesidad en México son un problema que se presenta desde la primera infancia, es decir, entre 0 y 5 años y que al menos 1 de cada 20 niños y niñas menores de 5 años padece obesidad. El organismo internacional agrega que el principal problema de nutrición que padecen niñas y niños de entre 6 a 11 años es la presencia de ambos
