Por El Eventual.- La semana que hoy arranca será un poco tranquila en el tema sindical, la mayoría de los trabajadores se encuentran a la espera del día que se aplicará la segunda dosis, de la vacuna contra el COVID-19, la verdad si es mucho el interés poro a poco cambió la mentalidad ciudadana.
Por otro lado también se espera aclarar las cosas en Teksid de México todavía no hay información en otro sentido del supuesto de que el Sindicato Minero es titular del Contrato Colectivo de Trabajo, incluso nadie del CEN Minero ha dicho nada, por eso extraña la postura de Imelda Jiménez.
Lo bueno que como dicen los trabajadores no la toman en cuenta solo los utiliza para sus fines personales, después los deja a la deriva sin trabajo y obligados acudir al plantón doce horas diarias de siete a siete y el fin de semana recibir mil pesos como apoyo pero es todo.
Todo eso hace interesante el inicio de semana, para aclarar o desmentir esos señalamientos, pero de que la raza sigue trabajando normal de eso no hay la menor duda, son muchachos que poco o nada le interesa participar en movimientos son conscientes de lo eso representa.
Y hoy como todos los lunes el fiscalista Cesar Villarreal Ramos, comparte esta bonita reflexión, adecuada a los tiempos actuales, en que muchachos se olvidan de sus padres, se les hace fácil vivir su vida, pero después vienen las consecuencias cuando ya no los tienen, adelante con la lectura.
Me encontré de pronto acompañado únicamente de mi esposa, sentados a la mesa, los dos solos. En ese instante, no sé de qué forma vinieron a mi mente mis padres. Cuando joven, al llegar las fiestas navideñas, las posadas, las reuniones con los amigos y demás, optaba siempre por asistir a estas reuniones en vez de pasar con mis padres. Mi padre, siempre quiso que toda la familia, al menos el día último del año, la pasáramos juntos. Siempre nos decía, recuerdo ahora, que dividiéramos las dos fechas.
Los que ya estaban casados, pasaran la nochebueno en casa de sus suegros, y los aún solteros, con los amigos. Lo único que nos pedía era que el día último del año lo esperáramos con él y con mi madre. ¡Nunca se lo pudimos cumplir!
Mis hermanos ya casados nunca pudieron, siempre alegaron que estaba muy retirada la casa de sus respectivos domicilios, que era muy fría la noche, en fin siempre excusas. Los solteros preferimos salir con los amigos para platicar, bailar divertirnos y beber, siempre preferimos estar con otras personas pero no con nuestros padres.
Una noche de diciembre mi hermano mayor nos convocó a todos los demás para hacernos saber que deberíamos pasar más tiempo con nuestros padres ya que después de casados nunca volvieron a pasar un de año con ellos, se repetía la historia los hijos de mi hermano preferían otro ambiente.
Todo estaba listo eran las siete de la noche y les dije a mis padres que iría a decirles a mis amigos, mi padre aprobó, cuando salí me esperaban dos de mis amigos y me pidieron brindar, el tiempo pasó y se me olvidó el compromiso, llegue ya tarde a la casa después de la media noche.
Mis padres se encontraban solos nadie los acompañó, a todos mis hermanos se les olvidó el compromiso que hicimos, alcance a escuchar a mi padre que le decía a mi madre no te preocupes aquí estamos tu y yo como cuando nos casamos, no tengas tristeza, vamos a brindar por nuestro amor y los hijos.
Hoy mis hijos no están conmigo y en mi mesa están dos platos servidos en cuanto uno llegue, tan solo uno entonces mi familia habrá llegado, aprovechen a sus padres en vida, no los descuiden que cuando no los tienes quisieras un solo minuto para poder abrazarlos y decirles cuanto los amas.
Muy clara la reflexión, verdad?
Dios los bendiga
Nos leemos mañana..