“Todo se va, todo se muere a medida que se avanza en el camino del mundo, se van dejando pedazos del corazón sobre la fosa de cada uno de los seres queridos que nos dejaron para siempre...”
Bastó una epidemia para poner en evidencia años de simulación y promesas de inversión en la Clínica 7 del IMSS.
El virus de la corrupción y presupuestos ‘perdidos’, hoy tienen al principal hospital de la región y a sus trabajadores de rodillas ante un virus implacable contra la simulación.
Aquí no hay promesas que valgan, ni ‘mejoralitos’, cuando trabajadores del sector salud y derechohabientes siguen cayendo como consecuencia de años de simulación y negligencia.
Con el escándalo, las promesas regresan; lo que no pudieron hacer en su momento diputados, senadores y presidentes durante 30 años, lo va a lograr, según, en días: una pandemia.
Nadie pensó que Monclova sería el epicentro de un virus, del juego y la incredulidad pasamos al miedo y el llanto. Del desinterés a preocuparnos por un sistema de salud en agonía.
La corrupción y el desinterés, tiene hoy al sector salud a punto del colapso. El IMSS y su área de urgencias siguen igual de saturadas que siempre, pero ahora agravadas por amenaza que vive en el ambiente y se esconde en las superficies.
Con más de 30 médicos y enfermeras contagiados, parece cercana la advertencia del mal presagio: “enfermos atenderán enfermos”.
Durante años, enfermeros y médicos, soportaron callados la carencia, muchos de ellos lo tomaron como justificación de su inacción, pero hoy todo es diferente, su vida va de por medio, ahora si, ya no cabe su silencio.
Hoy nadie quiere acercarse incluso a la banqueta de la clínica siete, centro de trabajo de médicos y enfermeras que conviven en un lugar contaminado, revisan pacientes y regresan a casa con el miedo de que el virus microscópico, pueda entrar a uno de sus seres amados.
Ayer otra doctora murió de una ‘neumonía atípica’ y mientras estos decesos se multiplican, la gente exige exámenes para acabar con la incertidumbre
“No estamos preparados para un contagio masivo, si se diera el block B sería insuficiente en todos los sentidos”, ese fue el mensaje con el paciente cero, ni ellos se imaginaban más de 45 casos en menos de un mes.
El ánimo no decae, la ciudad se semiparalizó y aunque en otra época estaría abarrotado de vacacionistas, y fieles católicos, no es momento de perder la fe, y con acciones contundentes, volver a ser los de antes.
Vamos Monclova!!!