PIEDRAS NEGRAS, COAH. - En una ceremonia cargada de emoción y agradecimiento, el primer obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Garza Treviño, se despidió de la feligresía durante su última misa oficial en la catedral. El obispo, que ha guiado a la comunidad durante más de dos décadas, rogó por la bendición de Dios para todos los creyentes y destacó los numerosos logros alcanzados a lo largo de su mandato.
Los asistentes expresaron su afecto con cálidos aplausos y ovaciones de pie, en un acto de reconocimiento por el trabajo y dedicación de Garza Treviño. El obispo recordó con nostalgia su llegada a la frontera y detalló el crecimiento significativo de la Diócesis en términos de infraestructura, sacerdotes, movimientos y grupos de la iglesia, así como el aumento en el número de fieles.
Garza Treviño hizo un llamado a los feligreses para que reciban al nuevo obispo, Alfonso Miranda, con el mismo fervor y cariño con el que él fue recibido. Expresó su deseo de que la nueva etapa de la Diócesis esté llena de dicha y bendiciones.
Además, invitó a toda la comunidad a dar la bienvenida a Monseñor Alfonso Miranda en una ceremonia programada para el próximo miércoles, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Diócesis de Piedras Negras.